La industria del marketing de influencers está ganando impulso minuto a minuto. Se que a fines de 2019, la industria valía alrededor de $ 8 mil millones al año, y la cantidad de personas influyentes en todo el mundo aumenta continuamente. Sin embargo, lo que se está volviendo más frecuente en el mundo de los influencers es el "sharenting"; influencers que utilizan a sus propios hijos como nuevo contenido en las redes sociales.
Algunos podrían argumentar que este es un acto inofensivo y que estas personas influyentes solo comparten partes de su vida diaria con sus seguidores. Mientras que otros etiquetan este fenómeno como la nueva forma de abuso infantil. Hoy, pondremos esta última opinión bajo el microscopio y discutiremos sus diferentes ángulos.
Al exhibir la vida de los niños para que la vean millones de personas, algunos podrían argumentar que tales actos no solo violan la privacidad de los niños, sino que también descuidan el daño mental, emocional y físico que la exposición a las redes sociales podría implicar. Sin embargo, a pesar del hecho de que muchas personas son conscientes de los daños que conlleva exponer a los niños a las redes sociales y someterlos a posibles acoso y trolling, muchas personas influyentes todavía lo hacen. Dando como resultado lo que ahora se conoce como "sharenting".
En su libro, Sharenthood, Leah A. Plunkett, habla sobre cómo algunos padres están usando su vida privada y a sus hijos como una forma de ganar más dinero, y el efecto que esto tiene en los niños.
Es cierto que el "sharenting" se está volviendo cada vez más popular, pero eso no significa que sea nuevo.
Si conoces el meme "David After Dentist", entonces sabes de lo que estoy hablando. David DeVore subió un video de su hijo a YouTube en 2009 y aunque sus intenciones eran simplemente compartirlo con familiares y amigos, el video pronto se volvió viral y David Jr y su familia fueron invitados a diferentes programas en los EE. UU. Mientras que una gran cantidad de fama y ventajas vinieron en consecuencia, David recibió muy poco de criticas positivas y fue incluso llamado como un abusador de niños.
Sin embargo, en 2009, las redes sociales todavía no tenían tanto control sobre las personas y el impacto dañino de las redes sociales no era tan evidente como lo son ahora. Y eso es exactamente lo que separa un video de una sola vez que se filmó por diversión y accidentalmente se volvió viral de los influencers que siguen compartiendo fotos de sus hijos para aumentar el número de seguidores o ganar algo de dinero extra. Si echamos un vistazo a las publicaciones en las redes sociales, podemos notar que la cantidad de personas influyentes que siguen compartiendo publicaciones en las redes sociales sobre sus hijos está aumentando. Por ejemplo, la estrella de Love Island del Reino Unido, Jess Shears, recibió algunas críticas por publicar una foto de su recién nacido en las redes sociales para elogiar las píldoras de placenta.
Madre de cinco hijos y bloguera, Kate Bower, también fue muy criticada después de publicar una foto en Instagram sobre el hecho de que uno de sus hijos no recibe tantos me gusta en Instagram como los demás. Si bien Kate habló y dijo que sus intenciones fueron mal entendidas, esto sirve como un gran ejemplo de cómo las redes sociales pueden ser manipuladas por los adultos. Entonces, ¿imagina lo dañino que puede ser para los niños? Existe la posibilidad de que este niño crezca, vea la controversia que generó su publicación y piense que no le agrada a nadie.
Aquí tenemos la razón nº 1 por la que tus hijos nunca deberían ser tu marca personal. https://t.co/maatLI4XFf
— Keri Lumm (@TheKeriLumm) Noviembre 19, 2018
Esto no quiere decir que estos dos ejemplos estén tratando explícitamente de aprovecharse de sus hijos, sin embargo, esto sirve como una forma de resaltar una pequeña parte de cómo compartir contenido de sus hijos para mejorar su imagen y marca personal puede llegar a ser perjudicial.
“Los millennials están teniendo hijos ahora. Se preocupan por el diseño. No solo están satisfechos con la oferta de plástico multicolor de Fisher Price. Quieren asegurarse de que las cosas que los niños usan, en las que se sientan y duermen son de buena calidad. Además, en el mundo de Instagram y las redes sociales, sus hijos ahora son parte de su marca personal. La apariencia de algo es cada vez más importante. No se trata solo de función; se trata de cómo se ve el resto de tu vida". - Sylvana Ward Durrett, cofundadora de Maisonette.
Es cierto que muchas personas influyentes pueden estar compartiendo fotos de sus hijos sin tener la intención de aumentar su base de seguidores o ganar más fama, sin embargo, todavía no cambia el hecho de que es el padre quien debe tomar las decisiones correctas y conscientes para sus hijos. Sigue siendo responsabilidad de los padres proteger a sus hijos del horrible lado oscuro de las redes sociales e Internet. Por lo tanto, es imperativo que los padres, independientemente de si son influencers o no, analicen cómo exponen a sus hijos a las redes sociales. Porque tal exposición puede potencialmente implicar un impacto significativo en el bienestar mental, físico y emocional de un niño.
