El abuso sexual de menores por Internet es un delito "espantoso" y la comunidad "debe ser extremadamente dura con los delincuentes", dijo un juez al condenar el miércoles a un hombre de Fort Smith.
El juez Andrew Mahar decidió que Marcus Bourke deberá cumplir siete años de prisión por 15 cargos de atraer a los niños a través de Internet y hacer o poseer pornografía infantil.
"Estos casos horrorizan, como debe ser", dijo Mahar durante una audiencia en el Palacio de Justicia de Yellowknife.
"Internet, en todo el mundo, ha abierto la puerta a la vida privada de nuestros hijos, a nuestros hogares. Y ha permitido que extraños, depredadores, tengan acceso a nuestros hijos.
"La comunidad, a través de los tribunales, tiene que reaccionar de la manera más dura posible, ya que tenemos que proteger a nuestros hijos. Tenemos que salir y denunciar con mucha fuerza cualquier tipo de comportamiento que los amenace."
Entre octubre de 2016 y noviembre de 2018, Bourke se hizo pasar por estrellas adolescentes de Internet y envió miles de mensajes de texto a través de plataformas de redes sociales -incluyendo Instagram y musical.ly, que ahora es TikTok- a cientos de niños, de entre cuatro y 14 años, de todo el mundo. Convenció a muchos de ellos para que le enviaran fotos y vídeos de ellos mismos desnudos.
El fiscal de la Corona, Morgan Fane, dijo en la audiencia de sentencia que no hay pruebas de que Bourke, ahora de 25 años, compartiera ninguna de esas imágenes en línea. Sin embargo, cuando se cumplió una orden de registro en septiembre de 2019 en su residencia de Fort Smith, se encontró que tenía material de abuso sexual infantil descargado de varias fuentes en línea en su teléfono móvil y su computadora.
Trabajando en colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y varias fuerzas policiales, la unidad de explotación infantil en Internet de la RCMP de Yellowknife y un centro nacional de delitos de explotación infantil lograron localizar a muchas de las víctimas de Bourke en Estados Unidos y Reino Unido.
Algunos padres no eran conscientes de que sus hijos habían sido engañados para enviar imágenes íntimas de ellos mismos.
Impacto "inimaginable"
Bourke creó cuentas que se hacían pasar por celebridades adolescentes como Jacob Sartorius y Jojo Siwa.
Enviaba "mensajes a los usuarios pidiéndoles que participaran en una serie de retos crecientes, que comenzaban con el envío de fotografías inocuas y culminaban con la elaboración de pornografía infantil", dijo Fane.
"La mayoría de los chats comienzan con él diciendo, textualmente, 'Hola, ¿quieres ser famoso?' y luego un emoticono de cara sonriente".
Fane dijo que él y el abogado defensor Peter Harte habían llegado a una recomendación conjunta de sentencia de siete años a cambio de declaraciones de culpabilidad y teniendo en cuenta el mínimo obligatorio de un año para la mayoría de los cargos.
"Determinar que siete años es la pena de prisión apropiada proviene del número de víctimas en este caso, de la conducta realizada... y fundamentalmente, y en última instancia, de la gravedad del delito y del grado de responsabilidad del delincuente", dijo el fiscal.
"Que [un] desconocido en internet se aprovechara de ellas en esos lugares privados, y de sus partes íntimas. Que han sido cómplices de su propio abuso. Que hayan sido, de hecho, el actor -ellos son los que se hacen las fotos, se autolesionan- el impacto que puede tener es, por un lado, inimaginable, y por otro, puedo imaginarme demasiado bien lo dañino que ha sido."
Fane dijo que la sentencia de siete años era necesaria "para expresar la condena de la conducta".
Bourke "se describe a sí mismo como un individuo educado", dijo Harte, añadiendo que su cliente ha engordado 45 kilos desde que fue acusado, sufre de ansiedad extrema, se identifica como alcohólico y consume cannabis.
"Fue extremadamente agradecido y educado durante todo mi trato con él, y siempre agradecido por lo que he podido hacer por él".
Harte dijo que Bourke quiere recibir tratamiento y está dispuesto a someterse a la castración química. Su abuela está preocupada por su seguridad cuando esté en prisión y Harte pidió al juez que recomiende que sea enviado a un centro adecuado.
"No quiere volver a tener nada que ver con esto", dijo Harte.
"Necesita terapia intensiva"
El tribunal escuchó que Bourke era un individuo socialmente torpe y problemático "que básicamente no iba a ninguna parte", que vivía con sus abuelos, que no participaba particularmente en su comunidad y que sufría de ansiedad y aislamiento social.
Su informe previo a la sentencia "pinta un cuadro de alguien que ha sido devastado por ser profundamente avergonzado y casi incapaz de soportar las consecuencias", dijo el juez Mahar.
"Me gustaría tener una herramienta más eficaz [para acabar] con este tipo de comportamiento, porque ser acusado de seducción de menores o de posesión de material de abuso sexual de menores es una sentencia de muerte social. Las personas son condenadas al ostracismo, comprensiblemente... cuando son atrapadas.
"Y me desespera que, independientemente de lo que haga el tribunal... no seamos capaces de detenerlo sólo con la censura penal, porque la gente está dispuesta a arriesgarse a una enorme vergüenza al ser descubierta por este tipo de cosas".
El juez le dijo a Bourke: "Está claro que es usted alguien que necesita terapia intensiva".
Bourke mostró poca emoción al ser sentenciado por Mahar.
Su sentencia incluye aparecer en el registro nacional de delincuentes sexuales de por vida, la prohibición de portar armas de fuego durante 10 años y la entrega de una muestra de ADN para el banco de datos federal.
Se le prohibirá durante 10 años asistir a cualquier zona en la que haya menores de 16 años o en la que se pueda esperar razonablemente que estén presentes, y no podrá tener ningún contacto con un joven sin que esté presente un adulto.
