Cientos de niños vulnerables bajo el cuidado del consejo de Lambeth en el sur de Londres fueron sometidos a una crueldad terrible y abuso sexual durante varias décadas en una escala que es "difícil de comprender", según una investigación independiente.
La investigación independiente sobre abuso sexual infantil (IICSA) recibió más de 700 denuncias de abuso sexual contra cientos de empleados e individuos relacionados con solo tres hogares en el municipio. La verdadera escala del abuso nunca se conocerá, dijo, pero es probable que sea mucho más alta de lo que sugieren los registros formales.
Dijo que el consejo de Lambeth había permitido que la violencia y el asalto sexual florecieran en los hogares residenciales de sus niños, no había actuado contra los abusadores conocidos ni había abordado la cultura brutal, dura y punitiva de sus hogares. Aunque muchos niños habían sido atendidos después de sufrir violencia y negligencia a manos de miembros de la familia, el informe señaló que para muchos “la experiencia que tuvieron [en las residencias] fue peor que vivir en casa con sus familias biológicas”. “Durante varias décadas, los niños en hogares de acogida y residenciales sufrieron niveles de crueldad y abuso sexual que son difíciles de comprender”, dijo el presidente de la investigación, el profesor Alexis Jay.
IICSA recomendó a la policía metropolitana investigar el caso de un niño, conocido como LA-A2, que fue encontrado muerto en un baño en una de las casas, Shirley Oaks, en 1977. El informe encontró que el ayuntamiento no le había informado al forense que él había alegado que fue abusado sexualmente por Donald Hosegood, su "padre de casa". El consejo fue criticado por múltiples fallas en la protección de los niños, incluido el empleo de personal que sabía que representaba un riesgo para los niños, no investigar a los empleados sospechosos de abuso sexual y exponer a los niños a situaciones en las que sabía que estaban en riesgo de abuso sexual.
A pesar de esto, durante 40 años solo un empleado senior fue disciplinado por su parte en el catálogo de abusos. Seis perpetradores de abuso sexual relacionados con hogares de Lambeth fueron condenados por abuso sexual infantil entre 1994 y 2019. Jay dijo que los niños habían sido peones en un "juego de poder tóxico" dentro del consejo, que se caracterizó durante muchos años por la intimidación, el racismo, el nepotismo y el sexismo, en un contexto de caos político, corrupción y mala gestión financiera en la década de 1980.
“Esta era una cultura viciosa y regresiva de la que una sucesión de miembros electos destacados eran los principales responsables, ayudados e instigados en algunos casos por altos funcionarios egoístas”, dijo Jay. El informe es mordaz de lo que llama la cultura de izquierda "progresista" del consejo en la década de 1980. "Muchos concejales y personal pretendían tener principios y creencias sobre la lucha contra el racismo y la promoción de la igualdad, pero en realidad no aplicaron estos principios a los niños bajo su cuidado".
Señala que la inmensa mayoría de los niños en sus hogares eran negros. En Shirley Oaks, en 1980, el 57% de los niños a los que cuidaba eran negros; en los hogares de South Vale, una década después, el 85% de los niños eran negros. “El racismo fue evidente en el trato hostil y abusivo que algunos miembros del personal les dieron”. Jay agregó: “Todo esto contribuyó a permitir que los niños bajo su cuidado sufrieran el abuso sexual más horrendo, con solo un empleado senior del consejo disciplinado por su participación. Esperamos que este informe y nuestras recomendaciones garanticen que el abuso a esta escala nunca vuelva a suceder”.
El consejo de Lambeth ha aceptado que los niños bajo su cuidado fueron abusados sexualmente y les ha fallado.
Dijo a la investigación que las sucesivas administraciones del consejo habían creado y supervisado condiciones en las que "se perpetraron abusos espantosos, absolutamente escandalosos y horrendos".
