Un antiguo cuidador de un orfanato de niños de Victoria en la década de 1970 pasará al menos cuatro años en prisión por abusar sexualmente de cinco de los pequeños.
William Parker Skelland, de 81 años, vivía en el Reino Unido en 2019 cuando fue detenido por sus delitos y extraditado a Australia para responder por ellos.
En 1973 y 1974, él y su esposa trabajaban como cuidadores "de casa" en el hogar de niños de Burwood.
En lugar de cuidar a los niños, Skelland abusó sistemáticamente de ellos para su propia "gratificación sexual desviada", dijo el lunes el juez del tribunal del condado, Mark Dean. La más joven de sus víctimas tenía seis años y la mayor 14.
El tribunal escuchó que Skelland había agredido a uno de ellos en su propia vivienda. Cuando el niño se quejó al director de la casa, éste le golpeó en la cara.
En algunas ocasiones, Skelland abusaba de sus víctimas mientras veían la televisión, en otras entraba en sus dormitorios por la noche.
Dean dijo que la víctima, de seis años, sentía dolor y empezó a llorar antes de que Skelland dejara de agredirle.
"[La esposa de la víctima] da fe de su disposición aislada, reservada y cansada", dijo el juez. "Se avergüenza de lo que le hizo".
Otra víctima, que denunció el ataque de Skelland y fue trasladada a otra casa de campo, relató al tribunal su terror durante las agresiones del cuidador.
"Sin duda, este terror lo experimentaron todas sus víctimas", dijo Dean.
Skelland y su esposa fueron despedidos del hogar de niños en 1974 debido a las acusaciones de abuso.
Pero la policía sólo fue notificada unos 40 años más tarde, después de que Skelland fuera identificado durante la comisión real sobre las respuestas institucionales al abuso sexual infantil.
Dean, al sentenciar a Skelland el lunes, señaló que el anciano de 81 años tenía múltiples problemas de salud junto con un trastorno pedófilo, un trastorno de personalidad mixto y depresión.
Rechazó que Skelland estuviera arrepentido de lo que había hecho y dijo que debía someterse a un programa para delincuentes sexuales a fin de comprender cómo había traumatizado a sus víctimas.
Señaló que Skelland no había reincidido desde sus crímenes en el hogar de niños de Burwood.
El juez condenó a Skelland a un total de seis años y nueve meses de prisión, con un periodo de no libertad condicional de cuatro años. Skelland también estará en el registro de delincuentes sexuales de por vida.
"Ahora ha sido llevado ante la justicia por sus atroces ataques a niños vulnerables", dijo el juez.
