Jeffrey Cooper, reputado arquitecto e ingeniero acústico, se ha labrado un prestigioso lugar en el firmamento de Hollywood. A lo largo de los años, diseñó salas de cine y estudios de sonido, incluido un teatro de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión y más de dos docenas de estudios de mezcla que produjeron los nominados a los premios de la Academia por el sonido, según el sitio web de su empresa homónima, con sede en Calabasas.
Para una galaxia de grandes directores, como Francis Ford Coppola, George Lucas, Martin Scorsese y Steven Spielberg, Cooper era el hombre al que acudían para diseñar sus estudios domésticos. Más allá de Hollywood, Cooper fue el arquitecto del Centro Mundial Aish HaTorah de Jerusalén y propuso el diseño de un museo de la esclavitud y la cultura en Benín, según un ensayo de Medium.com que escribió en 2020.
En 2002, Cooper se convirtió en miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas por sus contribuciones a la acústica y el diseño teatral.
Sin embargo, la vida personal de Cooper ha dado un giro con respecto a los elogios y las alabanzas que ha recibido profesionalmente. Ha sido acusado de graves faltas de conducta.
Esta semana ha comenzado en el Tribunal Superior de Los Ángeles, en Van Nuys, su juicio penal por presuntos abusos sexuales a dos menores. Se enfrenta a ocho cargos, entre ellos "copulación oral o penetración sexual con un niño de 10 años o menos". Cooper se ha declarado no culpable.
Se espera que el juicio dure tres semanas. Si se le declara culpable de todos los cargos, Cooper puede ser condenado a cadena perpetua. El caso ha atraído el escrutinio debido a que Cooper sigue siendo miembro de la academia de cine, cuatro años después de ser detenido.
En junio de 2018, los detectives de la Oficina de Víctimas Especiales del Condado de Los Ángeles arrestaron a Cooper, entonces de 66 años, bajo la sospecha de múltiples cargos de abuso sexual de menores, según los registros judiciales. Los actos habrían ocurrido en una víctima entre noviembre de 2006 y noviembre de 2007 y en una segunda entre enero de 2012 y julio de 2016, según la denuncia por delito grave para la orden de arresto. En el momento de la detención de Cooper, los investigadores habían identificado a dos víctimas femeninas.
Las presuntas víctimas tienen ahora 16 y 28 años, dijo Neda Lotfi, una abogada que las representa a ellas y a sus familias. Cooper era amigo de uno de los padres de las niñas y de uno de sus abuelos; frecuentaban la casa de Cooper en Calabasas, donde supuestamente ocurrieron los incidentes, dijo Lotfi.
"Las dos víctimas han sufrido enormemente. Han sido despojadas de su juventud y dignidad, y sufrirán un daño irreparable por el resto de sus vidas", dijo Lotfi. "Las acciones de Cooper fueron despreciables, y se hará justicia para estas víctimas".
El abogado de Cooper, Alan Jackson, rebatió enérgicamente las afirmaciones, calificando las acusaciones de falsas.
"Durante el curso de este juicio conocerán a una familia con un rico historial de falsificación de reclamaciones por pederastia para aprovecharlas para obtener beneficios económicos", dijo en su declaración de apertura, calificando a su cliente de "objetivo" debido a su "riqueza, estatus y recursos".
Además, dijo que las dos familias estaban conectadas y que sus acusaciones eran el "producto de la colusión" y la "colaboración".
Cinco meses después de la detención de Cooper, el fiscal del condado de Los Ángeles presentó una acusación del gran jurado contra él. El gran jurado emitió una acusación por los ocho cargos, según los archivos judiciales.
Inicialmente, la fianza de Cooper se fijó en 8,95 millones de dólares; posteriormente se redujo a 5 millones. El tribunal ordenó a Cooper que entregara sus pasaportes estadounidense y canadiense y le exigió que llevara un dispositivo de vigilancia electrónica en el tobillo; se restringieron sus desplazamientos entre su casa, el trabajo, las visitas a familiares y el lugar de culto, con una lista específica de direcciones, y se notificaron sus visitas a un monitor de GPS. A Cooper se le prohibió "cualquier contacto no supervisado con menores".
En 2020, el tribunal le levantó el monitor de tobillo, a pesar de las objeciones de la oficina del fiscal, según un portavoz del fiscal.
El pasado mes de diciembre, apenas unos meses antes de que comenzara el juicio de Cooper y mientras éste permanecía en libertad bajo fianza, una coordinadora de publicidad de 23 años dijo haber tenido un inquietante encuentro con él en un par de proyecciones de películas en lengua extranjera que optaban a una nominación al Oscar.
La mujer, que declinó ser nombrada por temor a represalias, dijo que Cooper se presentó en la primera proyección en West Hollywood como Jeff Louis. Fue "encantador" y "coqueto" durante la cena posterior a la proyección, recordó, y se jactó de ser el único miembro de la Academia que era arquitecto.
Pero dijo que el encuentro la hizo sentir "incómoda". Louis, que era casi 50 años mayor que ella, le preguntó su edad y le dijo: "Probablemente eres demasiado joven". Mientras hablaban, dijo ella, él le tocó las piernas y los brazos.
En un almuerzo en Beverly Hills tras la segunda proyección en Beverly Hills, tres días después, dijo ella, él insistió en que se sentaran juntos. Una vez más, dijo que Louis la tocó mientras charlaban. Esa noche le envió un mensaje de texto con fotos del evento. "Me alegro de volver a verte. (Dime... ¿Por qué me siento como un niño travieso del colegio al que han pillado hablando con una chica en el fondo de la clase?)", escribió en un texto visto por The Times.
Inquieta, buscó en Google "Jeffrey Louis", pero no encontró nada. Sólo después de revisar la lista de invitados al evento, descubrió que su nombre completo era Jeffrey Cooper. Cuando buscó de nuevo, los artículos de prensa que informaban de su detención por sospecha de abuso sexual de menores la dejaron desconcertada. (Louis es el segundo nombre de Cooper, según los registros judiciales).
"Estaba temblando", dijo. "No podía trabajar, era tan perturbador para mí".
Su ahora ex empleadora dijo que la empleada compartió con ella los detalles del supuesto suceso.
El abogado de Cooper, Jackson, declinó hacer comentarios sobre el incidente o el caso.
La academia se ha esforzado por lidiar con miembros que han sido acusados de mala conducta.
"La Academia ha sido informada del presunto comportamiento aborrecible y abordará este asunto de acuerdo con nuestras normas de conducta y los requisitos del debido proceso bajo la ley de corporaciones sin ánimo de lucro de California. Tendríamos motivos, según nuestras normas, para expulsar a cualquier miembro condenado por un crimen violento", dijo la organización en un comunicado sobre Cooper.
En 2017, a raíz de las numerosas acusaciones de mala conducta sexual vertidas contra Harvey Weinstein por el New York Times y el New Yorker, la junta de gobierno de la academia actuó rápidamente para expulsar al productor. También promulgó unas nuevas "Normas de Conducta", que daban a la dirección del organismo flexibilidad para tomar medidas si algún miembro violaba el nuevo conjunto de criterios.
Un año después, la Academia expulsó al director Roman Polanski y al actor Bill Cosby. La decisión se produjo 40 años después de que el ganador del Oscar Polanski huyera de Estados Unidos tras ser acusado de violar a una niña de 13 años. En 2019, demandó sin éxito a la academia para que anulara su decisión y lo readmitiera.
La destitución de Cosby se produjo después de que fuera declarado culpable de agresión sexual en Pensilvania y condenado a entre tres y diez años de prisión. Cosby había sido acusado de conducta sexual inapropiada por decenas de mujeres, desde hace décadas. En 2021, el Tribunal Supremo de Pensilvania anuló la condena.
Más recientemente, la academia recibió un aluvión de críticas por su gestión de la bofetada del actor principal Will Smith al presentador Chris Rock durante la ceremonia de los Oscar del mes pasado. Casi dos semanas después, anunció la prohibición de Smith durante 10 años.
Las acusaciones contra Cooper han resonado en Calabasas, donde vive y trabaja como miembro activo de la comunidad desde hace mucho tiempo.
Cooper formó parte del Panel de Revisión Arquitectónica de Calabasas y fue uno de los fundadores de la Calabasas Shul, una sinagoga ortodoxa. Está casado y tiene cinco hijos mayores.
"Esto ha sido un shock para la comunidad", dijo James Bozajian, concejal y ex alcalde de la ciudad de Calabasas. Bozajian dijo que Cooper era un conocido que había conocido a través de asuntos comunitarios durante años. Desde la detención, dijo, Cooper se ha mantenido alejado de los eventos de la comunidad.
Graduado por el MIT y criado en Toronto, Cooper ideó varias innovaciones, como el "muro de altavoces de bafle infinito", que amplifica drásticamente el sonido en un teatro. En 2009, fue reconocido por el Salón de la Fama del Rock and Roll por su trabajo en el Teatro Foster 3D de la organización con sede en Cleveland, según un comunicado de prensa.
Cuando comenzó el juicio de Cooper el lunes, la fiscal Jessica Kronstadt dijo que el caso es "sobre el abuso sexual de dos niñas" por parte de un hombre que era considerado un "mentor" para ellas y era "querido" por los miembros de su sinagoga y su comunidad. Cooper era una "persona de confianza en sus vidas y en sus familias", dijo, y abusó de ellas en el estudio de música insonorizado de su casa de "manera similar".
Cooper "nunca tocó a nadie de forma inapropiada", dijo Jackson al tribunal. "Las acusaciones son falsas y punto".
En el primer día del juicio, una de las presuntas víctimas, ahora de 28 años, subió al estrado. Describió a Cooper como un "amigo" y "mentor" que la conocía desde que era una niña. Declaró que pasaba tiempo en su casa para las cenas de Shabat y los almuerzos con su familia.
Era alguien con quien podía hablar de su interés por la música y el teatro. Le enseñó a tocar la guitarra y compusieron canciones juntos en su estudio musical del sótano. Allí, dijo, cuando ella tenía unos 12 o 13 años, se aprovechó de ella un sábado por la noche y abusó de ella en un sofá del estudio de música.
Sin poder hablar, dijo que Cooper la llevó a su casa después del supuesto incidente y le dijo: "Lo siento, espero que sigamos siendo amigos".
Después, dijo que dejó de ir a la sinagoga con regularidad e hizo todo lo posible por evitarlo.
"Más de una década después, esto todavía me atormenta", dijo al tribunal. "Debería sentirme empoderada pero me siento asquerosa. Realmente intento no pensar en ello. Realmente me deja fuera de juego".
