En 2020, el número de casos de maltrato infantil tratados por la policía japonesa aumentó en todo el país un 8,2%, hasta 2.133, mientras que el número de niños implicados aumentó un 9,1%, hasta 2.172, ambos máximos históricos. Además, ese mismo año murieron 61 niños como consecuencia de los malos tratos. El número de niños remitidos por la policía a las oficinas de orientación infantil aumentó un 8,9%, hasta 106.991, superando por primera vez los 100.000.
El maltrato infantil se define como el abuso físico, sexual o psicológico de un menor de 18 años. Según un informe de la Agencia Nacional de Policía, los casos de maltrato infantil atendidos en 2020 incluyeron 1.756 casos de maltrato físico, como agresiones y lesiones, que suponen más del 80% del total, así como 299 casos de abuso sexual, 46 casos de maltrato psicológico, como amenazas o encierros, y 32 casos de negligencia.
Hubo 1.139 niños implicados en casos y 1.033 niñas.
La gran mayoría de los niños estaban implicados en casos de maltrato físico (1.082), mientras que las niñas estaban implicadas en casos de maltrato físico (693) y abuso sexual (296). Entre las 61 muertes relacionadas con el maltrato infantil, 21 eran niños en dobles suicidios forzados, mientras que 11 fueron asesinados poco después del parto.
Los malos tratos en estos casos fueron perpetrados por 2.182 personas. Los malos tratos físicos, que representaron la mayoría de los casos, fueron perpetrados principalmente por el padre biológico (853 personas), seguido de la madre biológica (531), el padrastro (189) y una pareja masculina de la madre (158). Los autores masculinos fueron abrumadoramente responsables de los casos de abusos sexuales. En los casos de maltrato psicológico y negligencia, sin embargo, muchos de los casos implicaban a la madre biológica (23 y 24, respectivamente). El padre biológico también estuvo implicado en un elevado número de casos (11 y 12, respectivamente).
Por otra parte, el número de casos de pornografía infantil identificados por la policía en 2020 disminuyó de un año a otro en un 9,9%, hasta los 2.757, mientras que el número de menores de 18 años identificados como víctimas en tales casos disminuyó en un 15,3%, hasta los 1.320. El número de personas aprehendidas en tales casos se redujo un 7,1%, hasta 1.965, el segundo descenso consecutivo desde 2019. La gran mayoría de esos casos de pornografía infantil, con 1.164, involucraron a niñas, mientras que 156 involucraron a niños.
