Proporcionar un alivio económico a las familias con dificultades puede tener otro efecto positivo: menos casos de negligencia infantil, según una nueva investigación de la Universidad de Washington.
Un aumento del 10% en una prestación común para las familias trabajadoras con ingresos bajos o moderados, el Crédito Fiscal por Ingresos del Trabajo, condujo a una disminución del 9% en el número anual de informes de negligencia infantil realizados a las agencias de bienestar infantil durante un período de estudio de 14 años. Se trata de un impacto significativo, dicen los investigadores, que puede servir de base para futuras políticas sociales.
El estudio es relevante para las acciones políticas actuales, ya que el presidente Joe Biden ha propuesto recientemente una ampliación del crédito fiscal para niños como parte de su nuevo plan de estímulo.
"El EITC es una parte importante de la red de seguridad estadounidense que ha demostrado reducir sustancialmente la pobreza infantil. Nuestros resultados se suman a la creciente evidencia de que las políticas que mejoran la seguridad económica de las familias también pueden prevenir el maltrato infantil", dijo Nicole Kovski, estudiante de doctorado en la Escuela Evans de Políticas Públicas y Gobernanza de la UW.
Es la autora principal del estudio publicado el 19 de enero en la revista Child Maltreatment.
El maltrato infantil es un problema común en Estados Unidos, y se calcula que un tercio de los niños son objeto de una investigación de los servicios de protección infantil antes de cumplir los 18 años. El estrés de la pobreza se ha relacionado desde hace tiempo con el maltrato infantil y la inestabilidad familiar, y otras investigaciones han explorado el impacto de diferentes políticas económicas en la prevención del maltrato infantil. El estudio de la UW es el primero que se centra en el Crédito Fiscal por Ingreso del Trabajo -un programa diseñado para ayudar a las familias con menores ingresos, a menudo con un beneficio tangible en forma de reembolso de impuestos- y su posible relación con las denuncias de maltrato infantil presentadas a las agencias de bienestar infantil en todo Estados Unidos.
El Crédito Fiscal por Ingreso del Trabajo es proporcionado tanto por el gobierno federal como por 28 estados, y la elegibilidad y el tamaño del crédito varían según los ingresos y el tamaño de la familia. Los investigadores de la UW se centraron en la generosidad de los EITC estatales reembolsables, señalando que se ha comprobado que dicha prestación se destina a cubrir las necesidades básicas de una familia.
El equipo de investigación analizó el número de informes de abuso y negligencia infantil a las agencias locales y estatales desde 2004 hasta 2017 y la correlación con el programa EITC a nivel estatal. El equipo planteó la hipótesis de que cuanto más generoso sea el EITC de un estado, más necesidades, como el cuidado de los niños o el alquiler, podrá destinar el dinero una familia, aliviando potencialmente parte del estrés que puede conducir al maltrato infantil. A lo largo del periodo de estudio, muchos estados modificaron su nivel de prestaciones como porcentaje del crédito fiscal federal, mientras que otros se mantuvieron generalmente estables. Minnesota, por ejemplo, proporcionó un promedio del 33% del crédito federal, dependiendo de los ingresos del hogar, mientras que Oklahoma proporcionó el 5% del crédito federal antes de hacer su EITC no reembolsable en 2016.
Con los datos de abuso y negligencia infantil, el equipo de la UW contó todos los informes de maltrato, en lugar de solo los informes que se consideraron corroborados, razonando que cualquier informe aumenta la probabilidad de que un niño sea víctima en el futuro. Teniendo en cuenta todos los estados -los que tienen y los que no tienen un EITC- durante el periodo de estudio, los estados tenían un promedio de casi 4.400 informes de maltrato por cada 100.000 niños cada año.
Cuando se tuvieron en cuenta las prestaciones estatales anuales del EITC, el equipo descubrió que las denuncias de maltrato, en particular las de negligencia, disminuían a medida que aumentaban los niveles de prestaciones: Un aumento de 10 puntos porcentuales en las prestaciones estatales se asoció con 241 denuncias menos de negligencia por cada 100.000 niños. El efecto fue aún más pronunciado en el número de informes de negligencia en niños desde la infancia hasta los 5 años, el rango de edad en el que se producen la mayoría de los incidentes de maltrato.
Dicho de otro modo, un aumento de 10 puntos porcentuales en la prestación EITC reembolsable condujo a un descenso del 9% en las tasas de negligencia infantil denunciadas.
"Este estudio destaca la importancia de investigar el impacto de las políticas sociales en la salud. La violencia es un problema de salud con múltiples formas, como el maltrato infantil. Un conjunto emergente de pruebas está demostrando empíricamente que la prevención de la violencia puede ser un beneficio añadido de las políticas sociales que no necesariamente se promulgaron con ese objetivo específico en un principio. Este estudio es la adición más reciente a esa literatura", dijo Ali Rowhani-Rahbar, profesor asociado de epidemiología en la UW, director de la Sección de Prevención de la Violencia en el Centro de Investigación y Prevención de Lesiones de Harborview, e investigador principal del proyecto que apoyó este estudio.
Aunque la negligencia infantil mostró una tendencia, la relación entre los beneficios del EITC y los informes de tipos específicos de abuso -físico, sexual y emocional- no fue estadísticamente significativa. Los investigadores señalan que las tasas de maltrato infantil, en general, han disminuido mucho más significativamente que las de negligencia en las últimas décadas, mientras que la negligencia se encuentra en tres cuartas partes de los casos de maltrato infantil.
La negligencia infantil, además, puede estar más asociada a la pobreza, según han demostrado investigaciones anteriores, lo que podría hacer que algunas intervenciones fueran más eficaces para prevenir ciertos tipos de maltrato que otros.
"La negligencia infantil suele implicar que el cuidador no proporciona a los niños lo necesario, como comida, alojamiento y supervisión básica. Los ingresos adicionales proporcionados a las familias a través del EITC pueden mejorar la capacidad de los padres para satisfacer estas necesidades básicas", dijo Kovski.
Los investigadores afirman que los resultados apuntan al valor fundamental de una política económica -el EITC- como estrategia de prevención del maltrato infantil. En otras palabras, la mejora proactiva de la estabilidad económica de las familias puede mitigar las circunstancias que conducen al abandono y el maltrato infantil.
El estudio fue financiado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades y el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano.
Los coautores son Heather Hill, de la Escuela Evans de Políticas Públicas y Gobernanza de la UW; Steve Mooney y Erin Morgan, del Departamento de Epidemiología de la UW; y Frederick Rivara, del Departamento de Epidemiología de la UW, del Centro de Investigación y Prevención de Lesiones de Harborview y del Departamento de Pediatría de la UW.
