Una madre soltera del este de China que golpeaba repetidamente a su hija por no rendir lo suficiente en la escuela ha perdido la custodia de la niña de 12 años.
El Tribunal Popular del Distrito de Chongchuan en Nantong, en la provincia china de Jiangsu, despojó a la madre, Li Ping, y a su ex marido, Zhang Jian, de la custodia de su hija, a la que sólo se conoce como Jiajia para proteger su identidad, informó ThePaper.cn el 20 de abril.
Según los documentos judiciales, Li estaba empeñada en que su hija fuera a una de las "tres o cinco mejores" universidades del país, por lo que golpeaba a la niña con regularidad para "mejorar sus resultados académicos".
Jiajia, que vivía con su madre desde que sus padres se divorciaron ocho años antes, cursaba el sexto grado en la escuela, pero era obligada a realizar los exámenes de inglés de la banda 4 y la banda 6, que están diseñados para estudiantes de nivel universitario, informó el informe.
Cada vez que Li no estaba satisfecha con las calificaciones obtenidas por Jiajia, la golpeaba, lo que le causaba cicatrices en todo el cuerpo a causa de los golpes.
En abril del año pasado, la abuela de la joven, Liu Guiying, denunció las agresiones a la policía tras ver la cara y la cabeza de su nieta hinchadas por otra paliza. En ese momento, Li había castigado a su hija por no recitarle un texto.
La policía emitió inmediatamente una carta de advertencia por violencia doméstica a Li, informó el Yangtze Evening News.
Pero incluso después de que un tribunal ordenara una orden de protección personal en enero, las agresiones continuaron.
Las agresiones incluían golpear la mano de la chica con una espátula de cocina muy caliente cuando no terminaba los deberes a tiempo. Los deberes no habían sido asignados por la escuela, sino por Li para mejorar el rendimiento académico de su hija, según el informe.
Después de que la desesperada abuela de la niña pidiera al tribunal que retirara a Jiajia del cuidado de su madre, se ordenó una investigación por parte del Centro de Desarrollo del Trabajo Social de Renai.
El centro informó posteriormente de que su investigación reveló que Jiajia se preocupaba constantemente y no era tan "activa ni feliz" como sus compañeros. También descubrió que las agresiones de su madre habían perjudicado considerablemente la salud física y mental de la niña.
El padre de la niña, Zhang, también fue despojado de la custodia tras conocerse que había sido consciente de las agresiones físicas de su madre a su hija, pero no la protegió.
El tribunal nombró a la abuela como nueva tutora legal de Jiajia. No se impusieron más castigos a los padres, informó el periódico.
El adagio "sin vara, se malcría al niño" sigue vigente en la China continental como creencia tradicional que afirma que los padres que no disciplinan a sus hijos criarán niños malcriados.
Tampoco es habitual que las agresiones domésticas contra los niños acaben en los tribunales. El Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, máximo órgano legislativo de China, ha declarado que está estudiando la posibilidad de imponer la prohibición de que los padres peguen a sus hijos, incluso con el pretexto de "educarlos".
Jiang Jiehua, profesor asociado de Derecho de la Universidad de Shanghai, declaró que, aunque existen leyes en China que prohíben los castigos corporales a los menores, a las autoridades les resulta difícil identificar o perseguir a los infractores, ya que a menudo se ocultan tras las puertas cerradas de las familias.
