Los niños no son responsables de su maltrato ni de impedirlo. Más bien, los adultos de la comunidad son responsables de identificar los signos de que se está produciendo un abuso. El primer paso para ayudar a los niños maltratados o desatendidos es conocer los signos de maltrato y desatención infantil.
En primer lugar, si se observan cambios extremos o inexplicables en el comportamiento, es un indicio de que puede haberse producido maltrato.
Los cambios generales de comportamiento incluyen que el niño se muestre distante o retraído; miedo inusual o excesivo, o miedo a una persona en particular; hipervigilancia; y cambios en el sueño o en el rendimiento escolar.
A veces, los cambios de comportamiento se manifiestan como conductas de riesgo. Puede tratarse de fugas, consumo de sustancias, absentismo escolar, conductas autolesivas o miedo a volver a casa. Los niños pequeños, en particular, pueden "recrear" el maltrato mediante juegos repetitivos que representan algún aspecto del suceso traumático. Este tipo de juego carece de imaginación y variedad.
- Los malos tratos relacionados con lesiones corporales pueden consistir en moratones, quemaduras, marcas inexplicables o lesiones repetidas a lo largo del tiempo. Algunos niños llevan capas de ropa adicionales para cubrir marcas y moratones.
- Los signos de abuso sexual pueden incluir conductas sexuales, miedo o resistencia a quitarse la ropa, regresión (por ejemplo, chuparse el dedo o mojar la cama) o problemas médicos como infecciones de la vejiga, infecciones de transmisión sexual o dolor al ir al baño.
- También estamos aprendiendo cada vez más sobre la trata de seres humanos. Entre los indicios de trata se encuentran las fugas crónicas, el acceso a bienes materiales que los jóvenes no suelen poder permitirse o tener una pareja mucho mayor, controladora o dominante.
- Entre los signos de negligencia física grave figuran el aumento de peso o crecimiento inadecuados, los retrasos en el desarrollo físico, el hambre persistente, la falta de higiene o de artículos de aseo personal, o la suciedad constante de la ropa. La negligencia física también puede incluir falta de supervisión, afecciones médicas no tratadas o privar al niño de alimentos, agua, calefacción y cobijo.
Además de advertir los signos en los niños e intervenir cuando los veamos, los miembros de la comunidad pueden aprender los signos del comportamiento de grooming en otros adultos. A menudo, las personas que abusan de los niños muestran un patrón de comportamiento. Como comunidad, podemos prestar mucha atención a las personas que: insisten en abrazar/palmetear/luchar con un niño, incluso cuando éste dice "basta"; pasan tiempo a solas con los niños; presentan atenciones especiales a un niño, como regalos, dinero, etc.; fomentan comportamientos poco saludables (alcohol, tabaco, ver pornografía); destruyen la confianza del niño en los demás (nadie te creerá si lo cuentas); o aíslan a la familia de la comunidad.
Nombrar y debatir estos comportamientos y establecer normas sobre el funcionamiento de nuestras organizaciones y grupos comunitarios mejora nuestra capacidad de prevenir el maltrato infantil antes de que se produzca. Aprender y practicar la capacidad de ser un "upstander" nos ayudará a cada uno de nosotros a hacer lo correcto para interrumpir los comportamientos abusivos. Recuerde, si sospecha de un abuso puede denunciarlo a Child Line en el 1-800-932-0313.
Por último, si un niño le habla de malos tratos, ¡NO se asuste! Los adultos pueden responder a las revelaciones de maltrato infantil siguiendo tres sencillos pasos: Escuchar, Creer, ¡Actuar!
En primer lugar, tómese el tiempo necesario para escuchar al niño y agradecerle que le haya hablado de los malos tratos. Dedique tiempo y busque un lugar tranquilo para hablar con el niño. Haz todo lo posible por mantener la calma y neutralidad en tus reacciones. Muchos niños temen reacciones negativas, que se les culpe de los abusos o que la situación empeore si lo cuentan.
A continuación, hazle saber que le crees y que te preocupas por él. Explícale cómo vas a actuar y todo lo que sepas sobre el proceso que va a seguir. Si no lo sabe, ofrézcase a investigarlo juntos. Aunque no esté seguro de los detalles o de si lo que el niño cuenta puede considerarse abuso, está buscando su ayuda y orientación en una situación difícil.
A continuación, actúe. Si existe un riesgo inmediato para la seguridad del niño o un peligro inminente, llame al 911. Cualquier miembro de la comunidad puede hacer una denuncia de sospecha de abuso a Childline en el 1-800-932-0313. Las denuncias son anónimas. La ley OBLIGA a los denunciantes a presentar una denuncia. También puede ayudar al niño a obtener atención médica, acceso a alimentos o ropa, y ayudarle a ponerse en contacto con una persona segura para hablar de lo sucedido.
Usted no está solo en esto. Junto con la agencia de Servicios para Niños y Jóvenes del Condado de Lebanon, nuestra comunidad tiene muchos otros recursos locales para investigar y apoyar a los niños y a las familias después del abuso infantil. Esto incluye terapia de trauma móvil gratuita a través del Consejo de Salud de la Comunidad, grupos de apoyo, terapia de trauma y servicios de consejería a través de SARCC; servicios de refugio y abogacía para violencia familiar a través de Intervención de Violencia Doméstica, entrevistas forenses y exámenes médicos en el Centro de Recursos para Niños, y el sistema de apoyo de Información y Referencia 211 a través de United Way del Condado de Lebanon.
