Desde el sexting a la violación, se está produciendo un preocupante aumento de las conductas sexuales inapropiadas por parte de profesores y otros miembros del personal de las escuelas públicas contra alumnos de todo Estados Unidos.
El creciente problema se puso recientemente de manifiesto en una auditoría de los colegios públicos de Chicago, en la que decenas de miembros del personal, desde profesores, administradores y orientadores hasta agentes de seguridad -incluso un intérprete de lengua de signos-, fueron declarados culpables de cometer diversos delitos sexuales contra alumnos mientras estaban en la escuela.
La auditoría fue realizada por la Unidad de Agresiones Sexuales de la Oficina del Inspector General (OIG) de la escuela de Chicago.
La OIG no respondió a las preguntas de The Epoch Times sobre los resultados de la auditoría.
Tocamientos inapropiados
A lo largo de unas 50 páginas, la OIG detalló un caso tras otro de profesores que captaban a niños desde la edad de primaria para mantener relaciones sexuales, enviaban fotos de sus genitales por mensaje de texto a los alumnos, les hacían insinuaciones sexuales como besos, caricias y tocamientos inapropiados, y les agredían sexualmente.
Se descubrió que varios trabajadores escolares poseían pornografía infantil en sus teléfonos y, en un caso, se detuvo a un conserje de escuela tras descubrirse que grababa en secreto a niños en el baño de la escuela con un teléfono móvil que había escondido debajo de un lavabo.
En otro caso, se descubrió que un profesor de educación especial había pasado siete meses seduciendo a una alumna de 8º curso y finalmente había mantenido relaciones sexuales con ella en su casa. En otro caso, se descubrió que un profesor de instituto había enviado más de 4.000 mensajes sexuales a una alumna, 400 de ellos en un solo día.
El profesor también le dijo a la alumna que mantenía una relación sexual con un alumno y que tenía un matrimonio abierto.
La OIG descubrió que, en algunos casos, los miembros del personal conocían la conducta sexual indebida, pero no la denunciaron, como en el caso de un profesor de educación física de un instituto que se exhibió ante las alumnas bajándose los pantalones y mostrando sus genitales.
Según el informe, el profesor, que tiene una hija de la edad de las alumnas, envió vídeos a través de las redes sociales al menos a una de ellas masturbándose y realizando otros actos sexuales.
La alumna pudo facilitar varios de los vídeos a la OIG.
De California a Maine
"Las escuelas públicas son un lugar que da miedo", afirma Brian Rohrbough, fundador del grupo de Facebook The Real Truth About Public Schools.
El grupo hace un seguimiento de las conductas sexuales inapropiadas de empleados de centros públicos contra escolares y las publica en su página de Facebook. Una revisión de los mismos muestra que los casos van desde California hasta Maine.
Rohrbough y su esposa Lisa crearon originalmente La Verdad Real sobre los Colegios Públicos para hacer un seguimiento de los fallos de seguridad después de que su hijo Daniel, de 15 años, muriera en el trágico tiroteo de Columbine en 1999.
Aunque siguen de cerca los tiroteos en las escuelas, la corrupción en las escuelas públicas y otros problemas, afirman que la mala conducta sexual de los educadores domina sus publicaciones, que a veces llegan a ser hasta 10 casos al día.
Y al igual que los incidentes en las escuelas de Chicago, el grupo ha descubierto que la mayoría de los delitos sexuales que cometen los trabajadores de las escuelas públicas de todo el país son graves.
Rohrbough cree que la razón del problema rampante tiene una explicación sencilla. "Los pederastas se van con los niños", afirma.
La razón por la que sigue sin abordarse en gran medida, cree, es porque los medios de comunicación liberales junto con los legisladores liberales no quieren que salga a la "luz pública" que las escuelas públicas son un caldo de cultivo para los delitos sexuales contra los niños.
"Éste es el dios al que adoran", afirmó.
Expertos nacionales como Carol Shakeshaft, a quien el Departamento de Educación de EE.UU. encargó un estudio sobre el problema, han llegado a conclusiones similares, señalando la atención que se presta a los abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos y los Boy Scouts, a pesar de que los abusos sexuales contra alumnos cometidos por personal de las escuelas públicas son "100 veces mayores".
Shakeshaft, profesor de la Virginia Commonwealth University y miembro de la American Educational Research Association, ha escrito libros sobre el tema, entre ellos uno reciente titulado "Traición de la organización: cómo las escuelas permiten la mala conducta sexual de los empleados y cómo detenerla."
Atrapar a los depredadores
Alex Rosen, ex jugador de fútbol universitario, trabaja en primera línea en este problema. Dirige una versión en línea del popular programa de televisión de la NBC To Catch A Predator (Atrapa a un depredador), ya desaparecido.
Bajo el nombre Predator Poachers, que puede verse en Rumble, Rosen y otros se hacen pasar por menores en línea para atrapar a depredadores en el acto de cometer delitos sexuales contra niños. Según declaró a The Epoch Times, los depredadores suelen ser profesores o empleados de escuelas públicas.
Rosen, que se autodenomina "susurrador de pedófilos", también declaró a The Epoch Times que su trabajo le ha llevado a creer que existe una conexión entre los delitos sexuales cometidos por educadores contra niños y la actual tendencia a impulsar la transexualización de los niños en las escuelas.
Esta conclusión se desprende de casos como el de un profesor de primaria de Oregón al que se enfrentó por filmar a niños en la escuela y publicarlos en Internet. Rosen, que entrega sus casos a la policía tras dar caza a los depredadores y enfrentarse a ellos, dijo que también descubrió que el profesor ponía vestidos a su hijo de 8 años y luego lo filmaba.
Rosen dijo que el "grooming" de niños se ha convertido en una industria que satisface una variedad de deseos, desde económicos hasta de placer pervertido.
"Los depredadores de menores tienen fetiches sexuales raros", dijo, "la transexualidad es el nuevo fetiche".
Rosen también publica en Twitter bajo "iFightForKids".
Problema persistente y creciente
Shakeshaft trabaja actualmente con una subvención de 1,2 millones de dólares de los CDC sobre la mala conducta sexual de los educadores en las escuelas públicas.
En 1994 fue coautora de un estudio sobre abusos sexuales para Phi Delta Kappan, que analiza las políticas y prácticas de las escuelas públicas.
También fue autora de su informe sobre el DOE en 2004, que incluye un informe en el que se estima que el 10% -o algo más de 4 millones de niños- fueron víctimas de delitos sexuales cometidos por miembros del personal de las escuelas públicas.
Un informe de 2014 de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos titulado "Las agencias federales pueden apoyar mejor los esfuerzos de los estados para prevenir y responder al abuso sexual por parte del personal escolar" concluyó que la captación sexual de estudiantes por parte de empleados de escuelas públicas sigue siendo un problema persistente y creciente.
Rohrbough cree que otra de las principales razones por las que persiste el problema es que los administradores de las escuelas públicas presionan a los padres para que les dejen ocuparse de los delitos sexuales contra sus hijos cometidos por personal "interno".
"Les dicen a los padres lo mucho que perjudicará al niño si llega a los tribunales o se hace muy público, y les dicen que despedirán al profesor, pero lo que en realidad hacen es trasladarlo a otro distrito", afirma Rohrbough, "y siguen reincidiendo".
