Un hombre de Las Vegas vinculado al movimiento extremista boogaloo ha sido condenado a 33 años de prisión federal tras declararse culpable de múltiples delitos de explotación sexual infantil.
Stephen Thomas Parshall, también conocido como "Kiwi", fue detenido en mayo de 2020 con otros dos hombres, Andrew Lynam y William Loomis, después de que las autoridades dijeran que conspiró para causar violencia y destrucción en las protestas de Black Lives Matter.
La policía encontró entonces imágenes de material de abuso sexual infantil mientras realizaba una búsqueda en el teléfono de Parshall, según la oficina del fiscal federal en Las Vegas.
Los investigadores también encontraron imágenes de Parshall agrediendo a un menor de 18 años, y conversaciones en las redes sociales entre Parshall y otro menor al que convenció para que le enviara fotos sexualmente explícitas. En otras conversaciones a través de las redes sociales, Parshall intercambió pornografía infantil con otras personas, según la fiscalía.
Parshall, de 38 años, se declaró culpable en octubre de dos cargos de explotación sexual de menores, un cargo de coacción y seducción, y un cargo de recepción y distribución de pornografía infantil.
La juez de distrito Jennifer Dorsey le condenó el lunes a 33 años de prisión federal seguidos de supervisión de por vida. También deberá registrarse como delincuente sexual.
"Como parte de nuestra iniciativa Proyecto Infancia Segura, junto con las fuerzas del orden, utilizaremos todos los recursos disponibles para identificar, detener y procesar a los depredadores que explotan a los niños", dijo Jason Frierson, fiscal federal de Nevada, en un comunicado. "Gracias al duro trabajo del equipo de la fiscalía y de las fuerzas del orden, el acusado ya no es una amenaza para los niños y la comunidad".
Parshall, Lynam y Loomis fueron detenidos después de que los fiscales alegaran que planeaban causar violencia durante las protestas como miembros del movimiento boogaloo. El movimiento es una red ideológica descentralizada que cree en una próxima segunda guerra civil en Estados Unidos y propugna una retórica antigubernamental y contraria a la aplicación de la ley, según han declarado los fiscales federales.
Los tres hombres, con antecedentes militares, fueron acusados de terrorismo y explosivos en un tribunal estatal, y de conspiración y armas de fuego en un tribunal federal, aunque Loomis y Lynam se declararon culpables en un tribunal estatal de un delito grave de intento de proporcionar apoyo material para la comisión de un acto terrorista, según consta en los registros.
Ambos han sido condenados a penas de entre 4 y 20 años de prisión, según consta en los registros judiciales.
Los fiscales han desestimado la causa federal contra Loomis como parte de su declaración de culpabilidad en el tribunal estatal, según los registros del tribunal federal. El acuerdo de culpabilidad de Lynam, que fue condenado a principios de este mes, también incluía la estipulación de que las autoridades no seguirían adelante con su procesamiento en el tribunal federal.
El juicio contra Parshall por conspiración está previsto en el tribunal federal para noviembre. También está previsto que comparezca ante el tribunal estatal el jueves para una vista sobre el estado de la causa.
El abogado defensor de Parshall, Robert Draskovich, no respondió inmediatamente el martes a una solicitud de comentarios.
Los tres acusados fueron acusados de planear la colocación de bombas incendiarias en una subestación eléctrica y de causar daños en edificios federales. Los fiscales afirmaron que el grupo actuaba como si llevara a cabo operaciones militares y hablaba en código, llevaba equipo militar táctico, portaba armas, poseía material explosivo y realizaba misiones de reconocimiento.
Un informante del FBI se infiltró en el grupo y grabó las reuniones en las que los miembros planeaban atentados con bombas incendiarias y exploraban posibles objetivos, según las actas judiciales.
