Un líder de una iglesia alternativa de Oregón que ha sido condenado tres veces por abusar sexualmente de la hija de uno de sus feligreses fue sentenciado el martes a 13 años y cuatro meses de prisión en una cárcel estatal.
Han pasado más de 25 años desde que siete mujeres y niñas contaron por primera vez a la policía de Portland que Michael G. Sperou abusó sexualmente de ellas y describieron cómo transformó una iglesia cristiana insular del sureste de Portland en un culto a la personalidad.
Muchos de los familiares de las mujeres siguen apoyando a Sperou.
"El acusado no sólo preparaba a los niños, sino también a la iglesia", declaró Chuck Mickley, fiscal adjunto del condado de Multnomah.
Los fiscales inicialmente se negaron a presentar cargos contra Sperou en 1997, pero lo acusaron en 2014 después de dar al caso una segunda mirada. Para entonces, todos los casos menos uno habían prescrito.
El primer juicio de Sperou al año siguiente fue finalmente anulado porque los testigos se refirieron a las mujeres como "víctimas". Un segundo jurado condenó a Sperou en 2020, pero la decisión 11-1 fue anulada después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos prohibiera los veredictos no unánimes
Cinco miembros del jurado del tercer juicio celebrado el mes pasado se encontraban entre las decenas de personas que abarrotaban la sala para la sentencia, incluidas dos filas de partidarios de Sperou.
También estaban presentes muchas de las mujeres que habían acusado a Sperou y sus partidarios. Pidieron a Sperou, de 72 años, que se arrepintiera y rindiera cuentas.
Bryn Courtright, de 38 años, dijo que sufrió abusos sexuales con regularidad de los 5 a los 12 años mientras vivía en lo que entonces se conocía como la Iglesia Bíblica del Sureste, cuando Sperou le exigía que viera la televisión tumbada en su cama.
"Estaba aterrorizada en todo momento", dijo Courtright a Sperou. "Pero eras demasiado estúpida para pensar en que las niñas crecen y se convierten en mujeres fuertes y seguras de sí mismas, e iban a venir a por ti".
Sperou no habló durante la sentencia.
El abogado defensor Steven Sherlag dijo que Sperou mantiene su inocencia y planea apelar su condena porque el tercer juicio incluyó el testimonio de dos de las mujeres cuyas acusaciones habían prescrito.
"Volverá a los tribunales para un cuarto juicio", dijo Sherlag.
Durante la vista de la sentencia, Sherlag intentó sin éxito convencer al juez de que concediera la libertad bajo fianza y permitiera a Sperou permanecer en prisión preventiva mientras planea la apelación.
Argumentando en contra de la propuesta del abogado defensor, Mickley dijo que Sperou ha seguido aprovechándose de su congregación desarrollando una relación inapropiada con una mujer que tiene una hija de 10 años.
El fiscal reprodujo grabaciones de llamadas a la cárcel en las que ambos parecen participar en bromas coquetas y sugieren entre risas que la mujer de la que Sperou fue condenado por abusar debería morir de una sobredosis.
Sherlag describió la broma como "humor negro" y dijo que todos en la iglesia se expresan su amor mutuo.
Bajo citación de los fiscales, la mujer dijo que veía la televisión con Sperou en su cama una vez a la semana cuando estaba en libertad bajo fianza. En otro testimonio, la hija de la mujer, que está en quinto curso, dijo que nunca había conocido a Sperou pero que espera hacerlo algún día, ya que le han dicho que es amable y gentil.
"La enfermedad que había en esta iglesia sigue tan presente hoy como cuando se cometieron los crímenes", dijo Mickley.
El juez de circuito Andrew Lavin condenó a Sperou a más de 13 años por dos cargos de penetración sexual ilegal en primer grado, con crédito por el tiempo cumplido. Lavin declaró a Sperou inelegible para otros programas de reducción de sentencia y le ordenó registrarse como delincuente sexual.
"Me preocupa mucho que un niño siga viviendo en la congregación", dijo el juez. "Los comentarios deseando la muerte de la víctima me disgustan y me enfadan... sin embargo no es mi papel imponer una sentencia basada en el disgusto o la ira".
