Los agentes de policía de Florida acusados de meter dos veces a su hijo de tres años y medio en una celda para castigarle por no ir al baño siguen trabajando mientras continúa la investigación.
Casi nueve meses después, el Departamento de Policía de Daytona Beach Shores no habla del asunto y la mayoría de los registros relacionados con la investigación han sido sellados por un juez del condado de Volusia.
"La ciudad se esfuerza por ser siempre abierta y transparente, sin embargo, debido a la orden judicial que se emitió a la ciudad, no podemos hacer comentarios en este momento. Si algo cambiara, estaríamos encantados de discutirlo", escribió la responsable de información pública de la ciudad, Tammy Marzik, en un correo electrónico enviado a The AP.
La pareja dijo que "encarceló" a su hijo dos veces, el 5 y el 6 de octubre de 2022. Fueron entrevistados por un investigador estatal de abuso infantil, que fue escoltado a su casa por un ayudante del sheriff del condado de Volusia cuya cámara corporal grabó la conversación. El vídeo fue enviado a los medios de comunicación esta semana por la oficina del sheriff, que más tarde pidió retirarlo, citando una orden judicial que restringe la divulgación de información sobre el caso.
The Associated Press no identifica al niño ni a los padres: la madre es detective y el padre teniente de la policía de Daytona Beach Shores. Su abogado, Michael Lambert, no respondió a un correo electrónico en busca de comentarios.
Durante el vídeo de una hora de duración, la madre del niño dijo que no creía que hubieran hecho nada malo, añadiendo que "es sólo gente tergiversando". También calificó la investigación como "la definición de locura".
No se ha hecho público cómo se enteró el Estado del tratamiento del niño, pero el padre dijo al investigador que "es repugnante que alguien arrastre a nuestra familia por el barro de esta manera."
Explicó que su guardería exige que los niños dejen de usar pañales a los 3 años, pero el niño seguía teniendo accidentes, así que mientras la escuela era indulgente, ellos intentaban por todos los medios que aprendiera a ir al baño.
"Hemos probado con libros, hemos probado a correr sin pantalones, lo que sea, lo hemos probado", dijo el padre al investigador.
Así que se enfrentaron al niño, dijo.
"Le dije que ya sabía a qué me dedicaba", explicó el padre. "Le dije que soy policía. Llevo a la cárcel a los chicos malos que no respetan la ley. Eso es lo que hice. Le dije: sabes que no cumples las normas, vamos a la cárcel".
El padre dijo que la celda "era desagradable", así que la revisó en busca de contrabando antes de meter a su hijo dentro. Dijo a los investigadores que el chico estuvo entre rejas unos 13 minutos y que "no le quitó ojo de encima en todo el tiempo".
"Estaba llorando", dijo el padre. "Estaba recibiendo la respuesta que esperaba de él".
El padre dijo que la madre del niño lo había metido en la celda el día anterior, durante unos tres minutos.
La táctica funcionó: El niño cumplió su promesa de no tener más accidentes, dijo el padre a los investigadores.
Es más, dijo que ya lo había hecho antes con su hijo mayor, hace unos nueve años, cuando éste admitió haber pegado a una niña en preescolar. Dijo que le dijo a su hijo que en su trabajo mete a la gente en la cárcel cuando pegan a otros.
"Le llevé a la cárcel y se sentó allí. Y lo vi... y estaba llorando y todo, y hasta el día de hoy, si mencionas, como, ese incidente, él es como, 'Nunca volvería a hacer eso'. Fue efectivo", dijo el padre. "Por eso lo hice con esto. No le pegó a nadie, pero pensé lo mismo, disciplina".
La portavoz del Departamento de Niños y Familias de Florida, Tori Cuddy, dijo a The AP que la agencia responde a todas las acusaciones de abuso, negligencia o abandono, y que toda la información relacionada con estos casos es confidencial.
No está claro a qué repercusiones se enfrenta la pareja, si es que se enfrenta a alguna, pero han acudido a los tribunales, demandando a la oficina del fiscal del estado en marzo y demandando por separado al fiscal del estado R.J. Larizza en mayo. Los expedientes judiciales son confidenciales y han sido sellados por un juez, según la oficina del secretario municipal.
Lonnie Groot, un ex abogado de la ciudad de Daytona Beach Shores que ahora sirve a la comunidad en más de una capacidad de vigilancia, está buscando respuestas. Groot dijo que no ha tenido éxito en sus intentos de obtener registros adicionales relacionados con la investigación.
"El Ayuntamiento está tratando de ocultar el asunto y espera que desaparezca y puedan volver a las andadas", dijo Groot a la AP.
