La normativa neerlandesa impedirá pronto que los escolares tengan teléfono en clase
Pronto se impedirá que los niños lleven teléfonos móviles a las aulas holandesas. Fuentes cercanas al Gabinete confirmaron que los colegios tendrán hasta el 1 de octubre para resolver por su cuenta la restricción. Si eso falla, podrían introducirse normas nacionales para restringir el uso de teléfonos en las escuelas.
Fuentes anónimas también confirmaron la noticia a ANP, después de que AD y RTL Nieuws se hicieran eco de ella.
Los teléfonos inteligentes pueden seguir utilizándose si son necesarios para la clase o si existe una necesidad médica. Un ejemplo de esto último es si un estudiante con diabetes necesita medir los niveles de azúcar.
Las escuelas y los profesores llevan tiempo pidiendo normas que restrinjan el uso de teléfonos móviles en las aulas. El debate sobre esta cuestión cobró impulso a finales del año pasado, cuando el diputado del CDA René Peters abogó por la prohibición. El mayor partido de la oposición en el Tweede Kamer, el PVV, se ha manifestado abiertamente a favor de una prohibición durante un periodo prolongado, y ha unido sus fuerzas a las del CDA, partido de coalición.
En un principio, la petición del CDA y el PVV fue bien recibida en la Tweede Kamer, la cámara baja del Parlamento, con cierto apoyo de otros dos partidos de coalición. Entre ellos, el VVD del primer ministro Mark Rutte, y el partido más pequeño de la coalición, ChristenUnie. Sin embargo, el ex ministro de Educación Dennis Wiersma y los dos partidos pensaron que era mejor que fueran los propios colegios los que establecieran los límites al respecto.
Poco a poco, el número de partidarios pareció aumentar. Un gran grupo de profesores parecía apoyar la propuesta, según anunció el sindicato de profesores AOb tras encargar una encuesta.
Debido a las persistentes señales de los profesores de que son incapaces de mantener los smartphones fuera de las aulas por sí solos, Wiersma dejó la puerta abierta a principios de este año para examinar la política. Prometió debatir la cuestión con las escuelas y dijo que estaría abierto a una prohibición si hubiera una gran necesidad de ello.
