Los casos de abuso infantil en Japón superaron los 200.000 en el año fiscal 2020 por primera vez desde que comenzaron los datos en el año fiscal 1990, dijo el viernes el Ministerio de Bienestar Social en un informe preliminar. En el año hasta marzo, el número de consultas relacionadas con el abuso manejadas por los centros de consulta infantil en todo el país creció en 11.249, o un 5,8%, desde el año fiscal 2019 a 205.029, y siguió aumentando desde el inicio de la encuesta.
Algunos expertos dicen que los casos de abuso infantil crecieron en parte debido a los impactos de la pandemia COVID-19. Pero no se encontraron vínculos directos de la encuesta, según el ministerio. "No estamos seguros de que exista una relación causal clara. Continuaremos observando la situación de cerca", dijo un funcionario del ministerio.
Entre las 47 prefecturas del país, Tokio registró el mayor número de casos de abuso infantil, con 25.736, seguida de Osaka, con 24.633 casos, y Kanagawa, con 22.093 casos. Osaka encabezó la lista en el año fiscal 2019. Los casos de abuso psicológico totalizaron 121.325 en el año fiscal 2020, un aumento de 12.207 y representaron aproximadamente el 60% del total. Esto reflejó más informes de la policía a los centros de consulta infantil sobre niños que presenciaban violencia doméstica. Los casos de abuso físico ascendieron a 50.033, un aumento de 793.
Del total, el número de casos de abuso infantil denunciados por la policía a los centros de consulta infantil representó la mayor parte, seguido de los informes de vecinos y conocidos, y los de familiares y parientes.
La cantidad de informes de escuelas, jardines de infancia y guarderías disminuyó, aparentemente debido a cierres temporales de escuelas e instalaciones preescolares a raíz de la propagación del COVID-19. Mientras tanto, un informe de una encuesta publicado por un panel de expertos del Ministerio de Bienestar Social el viernes dijo que 78 niños murieron por abuso en Japón en el año fiscal 2019, cinco menos que el año anterior.
Excluyendo los casos en los que los niños murieron por asesinato-suicidio de los padres, las muertes por abuso infantil ascendieron a 57 en el año hasta marzo de 2020. De los niños, 28 eran menores de 1 año, incluidos 11 menores de un mes. Las madres biológicas fueron responsables de 30 de las 57 muertes. De los 57 niños, 17 murieron por abuso físico y 13 por negligencia. En 20 casos, las madres no recibieron controles prenatales.
Las muertes por abuso infantil, excluyendo los casos de asesinato-suicidio, han totalizado 890 desde que el panel comenzó la encuesta en julio de 2003, con los casos de abuso físico representando el 60% y los casos de negligencia el 30%. El panel realizó una encuesta luego de un aumento en las muertes por negligencia en los últimos años, y descubrió que muchas mujeres quedaron embarazadas y dieron a luz en la adolescencia o no se sometieron a controles prenatales.
En cuanto a los casos en los que los niños murieron el día del nacimiento, el panel señaló que muchas de las madres estaban sufriendo aislamiento social, como no tener a nadie con quien hablar sobre su embarazo. Pidió a las autoridades administrativas, principalmente a los gobiernos locales, que establecieran un sistema de apoyo para llegar a estas mujeres en una etapa temprana y consultarlas para resolver sus problemas.
