A medida que Kentucky emerge del aislamiento y el estrés de la pandemia de COVID-19, el impacto en la salud mental y la violencia doméstica está saliendo a la superficie.
La reportera de WKU Public Radio Rhonda Miller conversó con Andrea Robinson, quien recientemente fue nombrada presidenta de la junta de la Coalición de Kentucky contra la Violencia Doméstica.
Robinson es la directora ejecutiva de Oasis, una agencia de servicios de violencia doméstica en Owensboro. Durante el año pasado, cuando la pandemia estaba en auge, Robinson dice que Oasis recibió la mitad de llamadas que el año anterior y eso aumentó la preocupación por las víctimas de abuso doméstico.
Robinson: Oh, ha sido muy difícil. Hemos visto una disminución en el número de personas que desean refugiarse, y creemos que se debe principalmente a las órdenes de quedarse en casa y al aislamiento que acompaña a la cuarentena. Pero nuestras víctimas también se han quedado en casa con sus agresores. Por eso, les ha resultado difícil poder abandonar ese entorno para ayudar a reducir las situaciones o escapar del abuso. Entonces, poder levantar el teléfono y llamar a alguien con respecto a ese abuso se ha vuelto más difícil. No significa que la violencia doméstica no esté ocurriendo. Solo significa que si están en casa e intentan pedir ayuda frente a los agresores, eso podría causar un aumento del abuso.
Miller: Y los casos de las personas que vinieron a refugiarse durante el año pasado, ¿fueron similares a cómo eran las cosas antes? Quiero decir, en cuanto a los problemas y la gravedad de los mismos.
Robinson: Sí, y en algunos casos más grave. Para algunos, podría haber sido niveles mucho más elevados de abuso. Entonces, para algunos de ellos, puede que se hayan sentido más cercano a una situación de vida o muerte o un riesgo de daño severo, cuando se encuentra en un entorno traumático y hostil que se puede intensificar. Entonces, para esos abusadores, puede haber una mayor sensación de pérdida de control, lo que puede intensificar el abuso incluso hacia los niños, no solo a otras víctimas de violencia doméstica. Pero probablemente podríamos esperar ver un aumento en el abuso infantil.
Miller: En cuanto a trabajar con la Coalición de Kentucky contra la Violencia Doméstica, ¿está escuchando algo diferente, en diferentes regiones o de diferentes grupos en diferentes áreas?
Robinson: Estamos escuchando muchas historias de abuso cada vez más graves. Creo que en todo el estado vimos disminuciones en los números, especialmente en algunas de las áreas más rurales. Pero ha sido una lucha en todo el estado para todos nosotros tratar de mantener los servicios y asegurarnos de que cuando las víctimas se acerquen para tratar de recibir los servicios que estaban disponibles, puedan acceder a ellos.
Miller: ¿Han venido muchos hombres al refugio durante el año pasado?
Robinson: De hecho, hemos servido a cinco hombres en refugios durante el año.
Miller: ¿Eso es más que antes?
Robinson: Sí. Sí, era muy difícil para nosotros poder ofrecer refugio anteriormente. Pero una vez que descubrimos cómo superar esos obstáculos y asegurarnos de que estábamos brindando servicios inclusivos a todos los miembros, incluidos los miembros de la comunidad LGBTQ, que a menudo se pasan por alto en la violencia doméstica. Una vez que se supo que, ya sabes, Oasis y nuestro otros programas de refugio en todo el estado, ofrecen servicios a todas las víctimas, no importa cuál sea su raza, nivel socioeconómico, identidad sexual u orientación sexual, no importa si es víctima de violencia doméstica, todos pueden venir a nosotros y obtener servicios.
Miller : Muchas gracias, Andrea. Realmente aprecio que se haya tomado el tiempo de hablar conmigo.
Robinson: Gracias.
Miller: He estado hablando con Andrea Robinson, presidenta de la junta de la Coalición de Kentucky contra la Violencia Doméstica.
