Habrá una mayor supervisión de las organizaciones que trabajan con niños después de que Nueva Gales del Sur aprobara una ley que obliga a aplicar las principales recomendaciones de la comisión real sobre el maltrato infantil.
La Oficina del Guardián de los Niños ha recibido nuevos poderes para aplicar las Normas de Seguridad Infantil, que según el Ministro de Familias, Comunidades y Servicios de Discapacidad de Nueva Gales del Sur, Alister Henskens, "proporciona un marco para que las organizaciones creen y mantengan culturas, operaciones y entornos seguros para los niños".
Janet Schorer, guardiana de los niños de Nueva Gales del Sur, dijo que su oficina apoyaría a las organizaciones en la aplicación de las normas, en función del tamaño de sus operaciones y de la forma en que involucran a los niños.
La Alianza de Abogados Australianos (ALA) dijo que la nueva ley, especialmente la capacidad de romper acuerdos que no se consideran justos y razonables, es "muy bienvenida".
El portavoz de la ALA, el Dr. Andrew Morrison, dijo que "supondrá una diferencia significativa para los muchos supervivientes de abusos que fueron presionados para llegar a acuerdos de compensación injustos con las iglesias y otras instituciones".
Los niños pueden ser vulnerables a los abusos sexuales, físicos y emocionales, y la nueva ley "refleja la importancia de la educación para cambiar las actitudes y las culturas" dentro de las organizaciones en las que pueden producirse esos abusos, dijo Schorer.
Los departamentos gubernamentales de los sectores de la educación, la primera infancia, la sanidad y la justicia juvenil tendrán que aplicar las nuevas normas, junto con los ayuntamientos y las organizaciones religiosas, deportivas y recreativas que interactúan con los niños.
Las normas incluyen la integración de la seguridad infantil en el liderazgo y la cultura de la organización, y la participación de los niños y su consideración en la toma de decisiones que les afectan, junto con sus familias y comunidades.
Las organizaciones también tendrán que asegurarse de que las personas que trabajan para ellas son adecuadas y cuentan con el apoyo necesario para trabajar con niños, y están equipadas con las habilidades y la concienciación necesarias para mantener a los niños seguros.
También es necesario que haya procesos centrados en los niños para responder a las denuncias de abuso infantil, y las organizaciones tendrán que documentar sus procedimientos y políticas de seguridad infantil.
