El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha congelado los activos de un pastor y líder religioso filipino por presuntos abusos sexuales a menores, corrupción y violación de los derechos humanos.
Apollo Quiboloy, de 72 años, es asesor espiritual del ex presidente Rodrigo Duterte y fundador de una secta religiosa llamada Reino de Jesucristo.
El evangelista filipino lleva más de una década siendo buscado por las autoridades de Estados Unidos por sus delitos, según un aviso del Departamento del Tesoro estadounidense del 10 de diciembre que justificaba la congelación de sus activos.
"Durante más de una década, Apollo Carreon Quiboloy ha cometido graves abusos contra los derechos humanos, incluida una trama de violaciones sistemáticas y generalizadas de niñas de tan sólo 11 años, así como otros abusos físicos", declaró el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en un comunicado de prensa.
El departamento justificó la sanción como parte del compromiso de Estados Unidos de "promover la rendición de cuentas de los autores de abusos contra los derechos humanos y los actores corruptos en todo el mundo".
EE.UU. también tuvo en cuenta varios informes según los cuales Quiboloy, junto con miembros de su secta, abusó de su poder en nombre de la religión.
"Quiboloy también sometió a pastorales y a otros miembros del Reino de Jesucristo a otras formas de maltrato físico. Los informes indican que Quiboloy golpeaba personalmente a las víctimas y sabía dónde golpearlas para que no quedaran moratones visibles", añadió el Departamento del Tesoro.
La congelación de los bienes del pastor por parte del gobierno estadounidense no sorprendió a los acérrimos críticos de Quiboloy.
El FBI acusó igualmente a Quiboloy, que entonces se declaraba "Hijo Designado de Dios", de conspiración criminal por tráfico sexual, tráfico sexual de menores, blanqueo de dinero, fraude matrimonial y de visados y otras violaciones del fraude federal, según la agencia.
Ahora que los activos de Quiboloy están congelados por el Departamento del Tesoro de EE.UU., ningún miembro de su grupo religioso puede depositar una donación o regalo en efectivo en su beneficio.
"Las prohibiciones incluyen la realización de cualquier contribución o provisión de fondos, bienes o servicios por, para o en beneficio de cualquier persona designada, o la recepción de cualquier contribución o provisión de fondos, bienes o servicios de cualquiera de dichas personas", anunció el Departamento del Tesoro estadounidense.
Mientras tanto, los abogados de Quiboloy calificaron la sanción de "indignante", especialmente por los supuestos delitos de los que se acusa al pastor filipino.
"La imposición de las sanciones viola la presunción de inocencia del acusado. Sigue siendo inocente hasta que se demuestre lo contrario, así que ¿por qué se le sanciona?", declaró a la prensa el abogado de Quiboloy el 11 de diciembre.
Los abogados, sin embargo, admitieron que no podían hacer nada "por ahora" para levantar la congelación de sus bienes hasta que comenzara un juicio formal en un tribunal estadounidense.
El Departamento de Justicia filipino dijo que necesitaba verificar las acusaciones y la orden del gobierno estadounidense antes de emprender cualquier acción legal.
"Todavía es prematuro para nosotros pronunciarnos sobre la cuestión. Permítannos reunir información verificada y solicitar el asesoramiento de expertos jurídicos estadounidenses. Entonces, podremos actuar en consecuencia", declaró a la prensa el 11 de diciembre el portavoz del Departamento de Justicia, Mico Clavano.
Los críticos de Quiboloy, sin embargo, dudan de la cooperación del gobierno filipino con Estados Unidos para despedir al pastor filipino debido a sus fuertes vínculos políticos con las administraciones de Duterte y Marcos.
"Esperemos a ver si será extraditado. Pero antes de la extradición, tiene que haber un arresto, y eso está en manos de nuestros ejecutivos locales que están todos bajo el presidente". Con su apoyo a la administración anterior y a la actual, dudo que sea detenido aquí y luego extraditado a EE.UU. para ser acusado", declaró el profesor de ciencias políticas de Manila Michael Gerona a UCA News.
