El Parlamento ha aprobado nuevas normas que permiten a los proveedores en línea continuar detectando, eliminando y denunciando voluntariamente material de abuso sexual infantil en línea.
Según Europol, la pandemia de COVID-19 ha provocado un aumento considerable del abuso sexual infantil en línea, que ya se encontraba en niveles elevados.
Abuso infantil en línea y acoso cibernético durante la pandemia
Como resultado de las medidas de cierre, los niños pasan más tiempo en línea, a menudo sin supervisión, lo que los hace más vulnerables a la explotación. Los agresores de abusos sexuales se han aprovechado de la situación para acceder a posibles víctimas. También se ha producido un aumento de los incidentes de sextorsión y ciber-grooming, que consiste en entablar amistad con un niño en línea con el objetivo de cometer abusos sexuales.
Habilitados por las tecnologías digitales, los delincuentes pueden comunicarse con los niños a través de cámaras web, dispositivos conectados y salas de chat en las redes sociales y los videojuegos, mientras permanecen en el anonimato gracias a tecnologías como la computación en la nube y la web oscura. El uso de estas tecnologías por parte de los delincuentes ha dificultado que las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley detecten, investiguen y procesen el abuso sexual infantil en línea.
Según el informe anual de Internet Watch Foundation, los proveedores de servicios de Internet en Europa se han convertido en los mayores anfitriones de material sobre abuso sexual infantil en el mundo.
Abordar el abuso infantil en línea, al mismo tiempo que se protege la privacidad
El 6 de julio, el Parlamento respaldó las normas temporales que permiten a los proveedores de correo electrónico, chats y servicios de mensajería basados en la web detectar, eliminar y denunciar el abuso sexual infantil en línea de forma voluntaria, así como utilizar tecnologías de escaneo para detectar el ciberespacio.
El material en línea vinculado al abuso sexual infantil podría detectarse a través de las denominadas tecnologías hash que escanean contenido, como imágenes y videos, mientras que la inteligencia artificial podría usarse para analizar texto o datos de tráfico y detectar el acicalamiento en línea. Las comunicaciones de audio están excluidas de las reglas.
Según el informe, el material deberá procesarse utilizando tecnologías que sean lo menos intrusivas a la privacidad y no podrán comprender la esencia del contenido, sino solo detectar patrones. No se interferirá con las interacciones que están cubiertas por el secreto profesional, como entre los médicos y sus pacientes. Además, cuando no se haya detectado ningún abuso sexual infantil en línea, todos los datos deberán borrarse inmediatamente después del procesamiento y todos los datos deberán borrarse permanentemente en un plazo de tres meses.
Trasfondo
La aprobación de las reglas sigue a un acuerdo informal con el Consejo el 29 de abril de 2021. La legislación se aplicará durante un máximo de tres años. En julio de 2020, la Comisión anunció que propondrá una solución más permanente para combatir el abuso sexual infantil en línea en el transcurso de 2021.