El informe recopiló datos nacionales y estatales, así como pruebas testimoniales, para concluir que existen disparidades raciales y socioeconómicas en el sistema de bienestar infantil de Estados Unidos. Los indicadores específicos de pobreza, como la incapacidad de una familia para pagar el alquiler o mantener la vivienda, se etiquetan como casos de negligencia en las investigaciones de bienestar infantil.
El informe encontró que casi el 75% de los casos de bienestar infantil reportados en 2019 involucraron "negligencia". Cuando los funcionarios intervienen y retiran a un niño, las familias se quedan con pocos recursos debido a las condiciones de pobreza y la falta de protecciones del debido proceso en el sistema de bienestar infantil de los Estados Unidos.
El informe reveló que los niños tenían casi el doble de probabilidades de ser retirados de sus familias en los casos de niños negros que en los casos de niños blancos. Aunque los niños negros sólo representan el 13% de la población infantil de Estados Unidos, son responsables del 24% de los casos de "negligencia" o maltrato infantil denunciados. En los condados con bajos índices de pobreza, los índices de investigación de las familias negras siguen siendo superiores a los de las familias blancas.
El informe también reveló que los niños indígenas "entran en el sistema de acogida casi al doble de la tasa nacional". Los padres indígenas corren el riesgo de ser separados de sus hijos a un ritmo casi cuatro veces superior al de las familias no indígenas. Las conclusiones del informe son especialmente relevantes, ya que se espera que el Tribunal Supremo emita una decisión en el caso Brackeen contra Haaland el año que viene; el caso considera si los niños indígenas deben permanecer dentro de sus tribus o pasar a familias no indígenas.
El informe instaba a los legisladores a "replantearse el enfoque actual de la protección de la infancia y buscar formas de ampliar las redes de seguridad social y fortalecer a las familias". El informe incluía nueve recomendaciones clave para que los gobiernos federal, estatal y local frenen el abuso del sistema de bienestar infantil y prevengan el maltrato de los niños. En resumen, el informe afirmaba: "Es hora de reimaginar el sistema de bienestar infantil".
