El asombroso aumento de las tasas de homicidio en los últimos años en California y en las grandes ciudades de todo el país oculta una tendencia notablemente positiva que afecta a los niños pequeños: El número de víctimas de homicidio infantil se redujo drásticamente en California durante la última década, según muestran los últimos datos de los certificados de defunción, un patrón que se refleja en menor medida en todo el país.
En 1991, los forenses de California clasificaron oficialmente como homicidios 133 muertes de niños de 9 años o menos. En 2011, esa cifra se había reducido a 81.
En 2020, se situaba en 40.
Ajustada a los cambios de población, la tasa de homicidios infantiles del estado -el número de homicidios por cada 100.000 niños de 0 a 9 años- se redujo en un 50% entre 2011 y 2020 y en un 70% con respecto a las tres décadas anteriores, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y el Departamento de Salud Pública de California.
En todo el país, la tasa de homicidio infantil se redujo un 14% en la última década y un 28% respecto a las tres décadas anteriores.
La mayoría de los homicidios infantiles afectan a recién nacidos, bebés y niños pequeños. Deanne Tilton Durfee, directora ejecutiva del Consejo Interinstitucional sobre Abuso y Negligencia Infantil del Condado de Los Ángeles, señaló que las leyes de "entrega segura" se pusieron en marcha en California y en muchos otros estados alrededor de 2001. Promulgadas en respuesta a una oleada de abandonos de bebés, estas leyes permiten a los padres entregar confidencialmente a un bebé de tres días o menos sin temor a ser procesados.
Desde que la ley entró en vigor, más de 1.000 bebés de California han sido entregados de forma segura, según el Departamento de Servicios Sociales de California. El número de bebés encontrados abandonados imprudentemente en todo el estado se redujo de un promedio de 18 al año desde 2001 hasta 2005 a un promedio de dos al año desde 2015 hasta 2019. Y el número de bebés abandonados que murieron pasó de 52 en 2001-05 a cero en 2015-19.
"La entrega segura ha marcado claramente la diferencia", dijo Tilton Durfee. "Mostramos una correlación absoluta entre la disminución del número de homicidios de niños y el aumento del número de entregas seguras. Es decir, no es igual, no es exacto, pero está claro que desde que empezamos, hemos visto descender el número de homicidios infantiles por abandono."
Un mejor acceso a los servicios de planificación familiar también puede influir en el descenso de los homicidios infantiles, ya que la gente da a luz a menos bebés no deseados. La tasa de natalidad -nacimientos por cada 1.000 mujeres- en California y en todo el país se ha desplomado en las últimas tres décadas, y las mujeres, por término medio, esperan hasta ser mayores y más maduras para dar a luz. Aunque los padres o novios matan a los niños con mucha más frecuencia que las madres, Tilton Durfee dijo que los datos recogidos en el condado de Los Ángeles muestran una correlación entre la edad de la madre y los homicidios de niños: Las madres mayores matan a los niños con menos frecuencia.
Algunos expertos en bienestar infantil señalaron estudios que muestran una asociación entre el descenso de las tasas de homicidio infantil y el aumento del acceso al aborto.
Aunque la cobertura informativa está dolorosamente plagada de historias de niños víctimas que cayeron en las grietas de las abrumadas agencias de servicios sociales, los expertos entrevistados por KHN dijeron que la red de seguridad social es más fuerte en general en California ahora que en décadas anteriores y que la intervención temprana con las familias en riesgo ha marcado la diferencia.
Diversos organismos -autoridades policiales, servicios sociales, hospitales, grupos comunitarios sin ánimo de lucro- tratan de prevenir los homicidios infantiles. Los defensores de la seguridad infantil dijeron que muchos condados de California han trabajado en los últimos años para mejorar la comunicación entre esos grupos para que sepan cuándo un niño puede estar en riesgo de homicidio.
"Son más propensos a hacer algo con lo que saben y a involucrarse mutuamente", dijo el Dr. Michael Durfee, que ayudó a iniciar el primer "equipo de revisión de la muerte de niños" multiinstitucional del país en el condado de Los Ángeles en 1978.
Organizaciones como First 5 California y organismos estatales como el Departamento de Servicios Sociales también han puesto en marcha varios programas de visitas a domicilio para padres de recién nacidos. "Creo que las visitas a domicilio han supuesto una gran diferencia", afirma Tilton Durfee. Dijo que los programas proporcionan "algunos ojos y oídos y apoyo dentro del hogar para ver la seguridad del niño o para ayudar al padre estresado".
Otros defensores atribuyeron los avances en los diagnósticos tempranos y los servicios de apoyo para los niños con discapacidades, que históricamente han sido más propensos que otros niños a ser víctimas.
"Estamos haciendo pruebas de detección, por lo que ahora estamos empezando a identificar esas cosas y a hacer cambios tempranos", dijo Sheila Boxley, presidenta y directora general del Centro de Prevención del Abuso Infantil de todo el estado.
El descenso de las tasas de homicidio infantil en California se mantuvo en todas las razas y etnias, pero no borró las inquietantes disparidades. La tasa de homicidios de niños negros entre 2011 y 2020 fue más de tres veces superior a la de los niños blancos e hispanos y aproximadamente siete veces superior a la de los niños asiáticos.
Tilton Durfee culpó al racismo sistémico de larga data. Dijo que los factores que a menudo entran en juego en las familias en las que muere un niño pequeño -desempleo, abuso de sustancias, enfermedades mentales, violencia doméstica- son estadísticamente más probables en la comunidad afroamericana.
Determinar cuándo la muerte de un niño es un homicidio suele ser difícil. Varios conjuntos de datos intentan captar el alcance del problema. Los datos de los certificados de defunción utilizados para este artículo se basan en las determinaciones de la causa de la muerte por parte de los médicos forenses.
Kimberly Gin, forense del condado de Sacramento y presidenta de la Asociación de Forenses del Estado de California, dijo que los forenses han utilizado el mismo criterio durante décadas para determinar si una muerte es resultado de un homicidio. Un homicidio se produce como resultado de un acto intencionado "cometido por otra persona para causar miedo, daño o muerte", según la Asociación Nacional de Médicos Forenses.
"Algunos son fáciles: si un niño recibe un disparo, es un homicidio", dijo Gin. "Las sobredosis de drogas o si parece que puede ser un accidente, a veces no está tan claro".
Un conjunto de datos separado del Departamento de Justicia de California recoge información directamente de las agencias de aplicación de la ley sobre las muertes designadas por esas agencias como homicidios, incluyendo la edad de las víctimas. Para la mayoría de los grupos de edad, la información comunicada por los investigadores de las fuerzas del orden coincide con la determinación final de la causa de la muerte por parte del forense. Pero cuando las víctimas son muy jóvenes, los registros muestran mayores discrepancias entre la evaluación inicial de las fuerzas del orden y la determinación final del forense.
El conjunto de datos del DOJ estatal muestra sistemáticamente más homicidios en California de niños de 0 a 9 años que los datos del certificado de defunción: 13 homicidios más en 2020, por ejemplo. Sin embargo, al igual que los datos del certificado de defunción, muestra un descenso significativo en la tasa de homicidios de niños: un descenso del 70% desde 1991 y un descenso del 28% desde 2011.
El descenso de los homicidios de niños continuó durante el primer año de la pandemia, incluso cuando los homicidios aumentaron para muchos otros grupos de edad, según las cifras del certificado de defunción y del DOJ estatal. Las cifras preliminares muestran un nuevo descenso en 2021, pero Gin, el forense del condado de Sacramento, calificó esas cifras de "dudosas" porque las investigaciones sobre las muertes de niños del año pasado pueden estar en curso.
Tilton Durfee apoya varias medidas que, según ella, harían que la tasa de homicidios infantiles siguiera disminuyendo. Pidió que se mejore la atención a la salud mental de los padres de los recién nacidos. Dijo que se necesitan más programas para preparar a los padres embarazados para los desafíos que enfrentarán. Expresó su apoyo a la legislación pendiente que restablecería un consejo estatal de revisión de la muerte infantil para identificar las tendencias y disparidades en las muertes de niños. Y dijo que las compañías de seguros y los organismos públicos deberían empezar a cubrir los costes de las visitas a domicilio para apoyar a los nuevos padres.
"Estamos muy lejos de tener el nivel de visitas domiciliarias que podría hacer la mella que es posible", dijo, "especialmente con estos niños pequeños".
Phillip Reese es especialista en información de datos y profesor asistente de periodismo en la Universidad Estatal de California-Sacramento.
