Los agentes de la ley están formados para redactar esos informes de detención de forma clara y neutral. Los documentos suelen estar desprovistos de emociones o juicios, tanto si describen crímenes atroces como si se trata de una fechoría sin importancia. Pero de vez en cuando, incluso la indignación del investigador se asoma de la manera más sutil.
Lo hace en el informe de la detención por parte del sheriff del condado de Flagler de Joshua Alberto Rodríguez, de 33 años, el último residente de Palm Coast de una lista cada vez mayor este año que ha sido acusado de un delito grave de abuso de menores después de que confesara haber golpeado con un cinturón a su hija de 7 años, dejándola visiblemente magullada. Después de la paliza, le dijo a la niña que se pusiera una camiseta de manga larga "para cubrir las marcas del brazo, para que no se metiera en problemas", escribió la ayudante del sheriff en su informe, en el que puso en cursiva la indignación por la sugerencia de que Rodríguez enviara a su hija al colegio no sólo magullada por la paliza que le había propinado, sino con la sugerencia de que podría meterse en problemas por ello.
No es raro que quienes abusan de los niños den la vuelta a la tortilla y encuentren de algún modo la forma de culpar al niño.
Los empleados de la escuela están formados para detectar signos de abuso. La ley les obliga a informar inmediatamente de los casos sospechosos. La niña asiste a la escuela primaria Wadsworth, donde un empleado de la escuela denunció el abuso de la niña de 7 años al Departamento de Niños y Familias, uno de cuyos investigadores informó a su vez al ayudante de recursos escolares de Wadsworth el 9 de marzo.
Las entrevistas realizadas a la niña y a su hermano de 10 años por el DCF y las autoridades de protección de menores revelaron que Rodríguez, de 33 años y residente en la sección P de Palm Coast, ha estado criando a los niños desde que la niña era pequeña, pero no es su padre biológico. Se quedó al cuidado de las niñas y las preparó para el colegio la mañana del 9 de marzo, cuando su madre, de 26 años, se fue a trabajar. Rodríguez estaba esperando a que llegara su suegra para cuidar a los niños.
Durante ese lapso de tiempo, antes de la llegada de la suegra, el hermano mayor de la niña extravió algo. Los hermanos discutieron. Eso molestó a la niña. Ella empezó a gritar. Rodríguez cogió su cinturón Gucci, se dirigió a la habitación de la niña y la azotó. "Sabía que iba a dejar una marca cuando la golpeara", dijo a las autoridades. Describió los azotes como disciplina. Dijo que las cosas "se le fueron de las manos". También dijo que le sugirió a la niña que se pusiera una camiseta de manga larga para cubrir las marcas y no tener problemas en la escuela. Le dijo que no se quitara la camiseta.
Para entonces, las autoridades habían descubierto que la "marca larga y rectangular de color rojo" en el brazo de la niña por el cinturón no era la única que tenía en el cuerpo. "También se descubrió otra marca roja en la parte baja de la espalda", señala el informe de la detención. "Parecía que también había una posible 'costra' en su espalda". Un examen médico mostró que también tenía marcas en la pierna izquierda y en el costado. El niño de 10 años dijo a las autoridades que "a menudo es golpeado con el cinturón por" Rodríguez. No podía recordar cuándo fue la última vez que ocurrió, aunque su hermana dijo que también ocurrió ese día.
La esposa de Rodríguez dijo a las autoridades que, en palabras del informe, "no es una forma de castigo habitual en su hogar utilizar un cinturón, o cualquier otro objeto, para disciplinar a los niños."
Al día siguiente, el juez de circuito Chris France firmó una orden de arresto, en la que se acusaba a Rodríguez de delito de maltrato infantil "sin gran daño corporal", un delito grave de tercer grado. Rodríguez se entregó en la cárcel del condado de Flagler el 10 de marzo. Sin embargo, en el expediente judicial y en la notificación de comparecencia para la lectura de cargos el 11 de abril, emitida por el tribunal el 11 de marzo, figura el cargo como abuso infantil agravado, un delito grave de primer grado. La Oficina del Fiscal del Estado aún no ha presentado una información de acusación, que ratifica el cargo real que se procesará, suponiendo que el Fiscal del Estado decida procesar.
Rodríguez pagó una fianza de 5.000 dólares y fue liberado poco después de ser fichado en la cárcel.
La semana pasada, los ayudantes del sheriff arrestaron a una madre de Palm Coast, maestra en las escuelas del condado de St. Johns, por supuestamente azotar a su hijo con un cinturón (mientras su marido lo sujetaba) por hacerse pis, lo que se suma a tres casos de abuso en febrero, incluido el de un padre acusado de abuso tras interrogar a su hijo con maquillaje. Ese cargo fue retirado.
El castigo corporal es legal en Florida, al igual que en todos los estados. Se ha prohibido en unos 50 países. En Florida, no es ilegal que un padre golpee a un niño hasta el punto de dejarle ronchas y moratones. Sólo las ronchas y los moratones "significativos" se consideran maltrato infantil. La ley no distingue la edad del niño. La legislación reciente hace hincapié en los derechos de los padres, sin que haya una legislación concurrente que haga hincapié en los derechos de los niños.
