La Autoridad Hospitalaria no pudo confirmar la cifra al Post el lunes, mientras que legisladores, personal médico, expertos legales y una organización de salud mental instaron al gobierno a no separar a los niños infectados de sus padres durante el aislamiento y el tratamiento del coronavirus.
También pidieron a las autoridades que proporcionen una orientación clara a las familias afectadas para ayudar a aliviar su estrés y su dolor.
La doctora Lucy Lord, presidenta ejecutiva de la organización benéfica de salud mental Mind Hong Kong, dijo que separar a un niño de sus padres, incluso durante un breve periodo, puede provocar estrés postraumático y tener un impacto a largo plazo en la salud mental del joven.
"Apenas hemos visto que se permita a ningún padre ingresar en el hospital con sus hijos infectados", dijo. "Esto es inaceptable. Es un abuso infantil a cualquier nivel".
Lord, que también trabaja como obstetra y ginecóloga en Central Health Medical Practice Hong Kong, estimó que entre 1.000 y 2.000 niños infectados habían sido separados de sus padres en las últimas cinco o seis semanas, y que más del 90% eran familias locales.
Añadió que alrededor del 30% de los pacientes expatriados de la consulta médica habían abandonado Hong Kong con sus familias por temor a ser separados de sus hijos si éstos contraían el Covid-19.
Dado que los hospitales públicos de la ciudad siguen saturados de pacientes con coronavirus y sufren una grave escasez de camas e instalaciones de aislamiento, los niños infectados han sido puestos en cuarentena sin sus padres.
La estricta política ha provocado una protesta pública y ha llevado a muchos expatriados a reconsiderar su futuro en Hong Kong. Algunos padres también han dudado en denunciar la infección de sus hijos por miedo a la separación.
En un caso, una madre británica de 32 años declaró al Post el mes pasado que, a pesar de sus súplicas, fue separada de su hija de 11 meses, que fue ingresada en el hospital Queen Mary tras dar positivo en el test de Covid-19 y que tuvo que permanecer allí durante al menos siete días.
A raíz del incidente, los consulados británico y australiano en Hong Kong emitieron declaraciones enérgicas a las autoridades locales por la preocupación de que los padres fueran separados de los bebés que dieran positivo en el coronavirus.
Además de la preocupación por la salud mental, Lord afirmó que los trabajadores médicos de primera línea le habían informado de casos en los que los niños que se quedaban solos en las habitaciones del hospital habían sufrido accidentes, incluso con sus extremidades atascadas en las cunas.
La ejecutiva de la organización benéfica dijo que ningún niño menor de ocho años debería estar aislado de sus padres, y añadió que los menores de tres años son especialmente vulnerables porque tienden a culparse a sí mismos de cualquier cosa mala que ocurra.
También pidió a los padres que buscaran ayuda para sus hijos si mostraban signos prolongados de angustia tras completar el aislamiento, como golpearse la cabeza o morderse.
Billy Wong Wai-yuk, secretario ejecutivo del Comité de Derechos de la Infancia de Hong Kong, dijo que cada hospital había adoptado políticas diferentes en relación con el aislamiento de los niños que daban positivo en el Covid-19.
Algunos centros permitían a los padres acompañar a sus hijos en aislamiento, mientras que otros "anteponían la salud pública al interés superior de los niños", dijo.
Wong dijo que los niños no deberían ser separados de sus padres bajo ninguna circunstancia, a menos que sus padres no puedan o no sean aptos para cuidarlos, como en los casos de abuso doméstico.
"Esta es ya la quinta oleada. ¿Por qué fueron nuestros hijos los primeros en ser sacrificados cada vez?", dijo, e instó al gobierno a proporcionar una política clara y orientación tanto a las familias afectadas como al personal médico de primera línea.
Los expertos jurídicos también dijeron que habían recibido numerosas llamadas de padres angustiados cuyos hijos habían contraído el coronavirus.
El abogado Jeremy Chan Siu-kee, especializado en derecho de familia, dijo que muchos de sus clientes habían preguntado si debían informar de la infección de sus hijos a las autoridades sanitarias, ya que les preocupaba ser separados de ellos.
Chan añadió que también había un gran número de familias desfavorecidas preocupadas por la posibilidad de ser separadas de sus hijos que no tenían recursos para buscar ayuda legal.
El legislador Ambrose Lam San-keung dijo que él y varios expertos jurídicos habían propuesto a principios de este mes unas directrices a las autoridades sobre el tratamiento de los niños hospitalizados con Covid-19, pidiendo instrucciones claras sobre las disposiciones a los médicos y al público.
Su colega Stephen Wong Yuen-shan instó al gobierno a revelar cuántos niños infectados con Covid-19 habían sido separados de sus padres y a proporcionar apoyo psicológico a los hogares afectados.
El legislador pidió a las autoridades sanitarias que evaluaran el estado mental de los niños antes de admitirlos, y añadió que los hospitales y los centros de aislamiento comunitarios deberían dar prioridad a la admisión de los padres o cuidadores de los niños infectados en los mismos.
Sin embargo, la doctora Sara Ho Yuen-ha, directora de la Autoridad Hospitalaria para la seguridad de los pacientes y la gestión de riesgos, declaró el lunes que el aumento exponencial de pacientes con coronavirus durante el actual brote había dificultado que los hospitales pudieran atender las peticiones de los padres.
"Damos importancia a la necesidad de que los niños estén acompañados por sus padres, pero la quinta oleada llegó muy rápido... tuvimos que tomar una decisión difícil para encontrar el equilibrio", dijo Ho.
Un portavoz de la Autoridad Hospitalaria dijo al Post que a los niños infectados en estado estable se les permitía descansar en casa. Los hospitales también intentan que los padres y sus hijos ingresados permanezcan en la misma sala si ambos están infectados, dijo.
En los casos en que los padres o cuidadores dieran negativo en la prueba del Covid-19, la autoridad consultaría al Centro de Protección de la Salud sobre las solicitudes para acompañar a los niños infectados, en función de la disponibilidad de unidades de aislamiento.
