Una agencia de Florida encargada de supervisar el tratamiento de los niños en hogares potencialmente problemáticos informó de que el hijo y la hija pequeños de Odette Joassaint estaban "bien", a pesar de que los niños fueron asesinados el día anterior y la madre de Miami ya estaba detenida por sus asesinatos.
Joassaint está acusada de atar y estrangular hasta la muerte a su hijo de 3 años y a su hija de 6 años el 12 de abril, pero según un informe del Miami Herald, un trabajador del Departamento de Niños y Familias de Florida (DCF) registró en un sistema informático que la madre "informa de que todo está bien" el día después de que las autoridades hicieran el macabro descubrimiento.
El registro retroactivo era de una visita de la agencia el 2 de abril, que tuvo lugar en la casa del padre de los dos niños pequeños, Frantzy Belval, informó el Miami Herald. Al hijo de tres años, Jeffry, "le gusta jugar, reírse y agarrar cosas", mientras que su hermana mayor, Laura, "es una niña tranquila [que] se comporta bien", según la narración del departamento.
El periódico informa de que Joassaint, cuya hija mayor no sufrió daños, ignoraba regularmente a los investigadores y se negaba a abrir su puerta, lo que el departamento parecía aceptar para luego decir que los niños no estaban en peligro.
Por otro lado, el padre, Belval, cooperaba constantemente y quería la custodia de los niños, pero la agencia no lo apoyaba, informó el Herald.
El DCF comenzó a investigar a la familia en 2017 cuando hubo un "disturbio doméstico" entre la madre y el padre con una "gran marca de mordida" en el brazo derecho de Belval, según otro informe del Miami Herald, donde Joassaint fue acusado de agresión doméstica.
Un año después, Belval fue arrestado tras ser acusado de golpear a Joassaint en la cabeza mientras estaba embarazada de Jeffry, tras una llamada a la línea de atención de la agencia.
Esos dos casos fueron una de las varias banderas rojas potenciales que el periódico esbozó en su informe cuando Joassaint se volvió menos cooperativa con la agencia.
"Me dijeron que iban a evaluar a Odette. Nunca lo hicieron", dijo Belval al Herald. "El DCF es responsable de todo ello. El DCF es responsable".
El Herald informó que los trabajadores del DCF podrían haber obligado a Joassaint a someterse a una evaluación psicológica mediante una petición a un juez. También podrían haber solicitado una orden del juez para obligar a la madre a abrir su puerta cuando la agencia la visitara, pero no hicieron ninguna de las dos cosas.
En una declaración para defender sus acciones, el departamento escribió al Miami Herald: "Todos los días, el personal del [DCF] tiene la difícil responsabilidad de proteger a los niños de Florida y, al mismo tiempo, sólo retira a los niños de un hogar si un padre no es apto para cuidar a sus hijos o es probable que los dañe". En este caso, los investigadores del DCF se involucraron mucho con la familia y recomendaron muchos servicios, pero no había antecedentes de abuso físico a los dos niños pequeños que hubieran llevado a su remoción."
Además, el comunicado decía: "Aun así, encontrarán en estos registros que cuando el personal del DCF interactuó con esta familia, recomendó muchos servicios que finalmente fueron rechazados, mientras que esos mismos servicios podrían haber dado lugar a un resultado muy diferente."
Joassaint se enfrenta a dos cargos de asesinato.
Dijo a los policías, atónitos, que "ya no los quiero" para explicar por qué estranguló a sus dos hijos con una cinta roja cuando llegaron a su casa, según informó entonces el Miami Herald.
"Vengan a buscarlos", dijo a los médicos y policías que llegaron sobre los niños muertos, según el medio. "No los quiero".
