La única cárcel de menores de Australia Occidental ha sido calificada por el personal como "inhumana", días después de que un juez expresara su alarma por el prolongado aislamiento de un chico de 15 años.
El personal del Centro de Detención de Banksia Hill, en Perth, afirma que se ha producido un aumento significativo de las agresiones violentas, los incidentes de autolesión y el encierro de los detenidos. Afirman que la dotación de personal está regularmente por debajo de los niveles de seguridad y que más de 60 celdas están fuera de servicio, lo que les obliga a colocar a detenidos de tan sólo 11 años con los de entre 16 y 18 años.
Los delegados, representados por el sindicato Community and Public Sector Union, han expuesto sus preocupaciones en una carta dirigida al comisario en funciones de los servicios penitenciarios de Australia Occidental, Mike Reynolds.
Han recomendado que algunos menores sean trasladados a una prisión de adultos para ayudar a mejorar las condiciones y permitir que se completen las reparaciones críticas. "(El personal) está arriesgando su seguridad para prestar el más mínimo servicio en un lugar de trabajo inseguro e inhumano", dice la carta. "Se ha producido un aumento del nivel de autolesiones e ideaciones suicidas que ha dado lugar a que a un detenido se le aplique la reanimación cardiopulmonar y sea reanimado en dos ocasiones diferentes. "El personal soporta a diario constantes abusos y agresiones por parte de una cohorte de detenidos que están frustrados y enfadados debido a los encierros que a veces duran varios días seguidos".
La secretaria de la sección del CPSU/CSA, Rikki Hendon, dijo que se había rechazado la propuesta de trasladar a algunos detenidos, a pesar de que la situación del personal era "tan mala como la hemos visto".
Dijo que los delegados habían resuelto mantener una proporción de dos empleados por cada ocho detenidos, lo que repercutiría en algunos servicios del centro. "Nuestros miembros están aplicando medidas de seguridad para que, donde puedan operar, lo hagan de forma segura", dijo a la AAP. "Eso está dentro de su poder de control. El resto, en términos de atraer realmente al personal al centro para que todo el centro pueda abrirse con seguridad, está en manos del departamento."
El ministro de Servicios Penitenciarios, Bill Johnston, dijo que mejorar la seguridad en Banksia Hill era una prioridad y que seguía reuniéndose con los sindicatos.
Dijo que 40 nuevos empleados estaban recibiendo formación antes de empezar a trabajar en marzo y abril, que se estaba mejorando la infraestructura y que se estaba desarrollando un nuevo "modelo contemporáneo de atención" para los jóvenes detenidos. "Seguiremos de cerca la aplicación de estas mejoras y veremos cómo pueden ayudar otros cambios", dijo en un comunicado.
El Tribunal de Menores de Perth escuchó la semana pasada que un chico de 15 años había pasado 79 días en prisión preventiva en la unidad de supervisión intensiva (ISU) de Banksia Hill, incluidos 33 días en los que estuvo confinado en su celda solo, sin aire fresco ni ejercicio.
El chico estaba siendo condenado por el presidente Hylton Quail por robo y una serie de agresiones a agentes de Banksia Hill, todas ellas, excepto una, ocurridas mientras estaba en la ISU.
El juez Quail dijo que el chico, que padecía un trastorno del espectro alcohólico fetal y un trastorno de estrés postraumático tras sufrir un grave abandono en su infancia, era "uno de los niños más dañados que han comparecido ante mí".
El juez impuso una orden de libertad comunitaria y describió la estancia del niño en Banksia Hill como una "prolongada deshumanización y privación sistemática". "Cuando se trata a un niño dañado como un animal, se comportará como tal, y si se quiere hacer un monstruo, así es como se hace", dijo.
