A finales del verano de 2017, Olivia Gant cantó alegremente Hakuna Matata de "El Rey León" mientras la llevaban en silla de ruedas a un centro de cuidados paliativos en Denver con un pijama morado. "Significa que no hay preocupaciones por el resto de tus días", cantaba. La niña de 7 años murió menos de un mes después.
El vídeo publicado por su madre, Kelly Turner, es uno de los muchos clips que ponen de manifiesto la lucha de la niña contra la enfermedad y la muerte, y que, según las autoridades, fue utilizado por su madre para engañar a los médicos y pedir favores y donaciones para ayudar a aliviar el dolor de su hija.
Las autoridades dicen que Turner pasó años inventando la enfermedad de su hija, ganando la simpatía de los reportajes de televisión y de fundaciones benéficas como Make-A-Wish, que incluso organizó una fiesta de disfraces de "princesa murciélago" para Olivia en un hotel que costó 11.000 dólares.
La causa de la muerte de la niña fue catalogada en un primer momento como una insuficiencia intestinal, pero la autopsia realizada posteriormente no halló indicios de esa condición. Las autoridades no han dicho qué fue lo que la mató pero, según la acusación, los médicos aceptaron la presión de Turner para que dejara de alimentar a su hija.
El miércoles, en un tribunal de Denver, Turner será sentenciado tras declararse culpable el mes pasado de abuso infantil con resultado de muerte, fraude caritativo y robo de entre 100.000 y 1 millón de dólares, según los fiscales. Turner también había sido acusado de varios cargos de asesinato en primer grado, intento de influir en un funcionario público y falsificación. Turner está en prisión preventiva a la espera de la sentencia.
Los psiquiatras dicen que el comportamiento de Turner parece coherente con el síndrome de Munchausen por poderes, un trastorno psicológico cada vez más presente en las películas y la televisión en el que los padres o cuidadores buscan la atención de la enfermedad de sus hijos o dependientes y a veces les causan lesiones. Pero los expertos dicen que este tipo de casos no son fáciles de detectar. Ella misma sacó el tema del síndrome durante una entrevista con los investigadores y negó que lo tuviera.
Turner se trasladó a Colorado desde Texas con sus tres hijas y dijo a los médicos durante años, a partir de 2012, que su hija Olivia estaba enferma con numerosas dolencias y enfermedades, convenciendo a los profesionales de la medicina para que le hicieran cirugías y le hicieran recetas para enfermedades que no tenía.
Varios médicos dijeron que Turner era la principal fuente de información del historial médico de Olivia, según la acusación. Los investigadores descubrieron blogs, un sitio web y noticias en las que Turner describía las diversas condiciones de salud de Olivia sin pruebas médicas, incluyendo afirmaciones de que sufría un trastorno convulsivo, un tumor y una acumulación de líquido en las cavidades profundas de su cerebro.
En la primera visita a urgencias de Olivia, un médico pensó que parecía estar creciendo normalmente. Pero al año siguiente, un cirujano del mismo hospital le extirpó parte del intestino delgado y le insertó una sonda de alimentación.
Estas acciones dieron lugar a una demanda de 25 millones de dólares contra el sistema hospitalario por parte de los abuelos y el padre de Olivia, argumentando que el hospital no cumplió con sus deberes como informadores obligatorios de abuso infantil. El caso se resolvió en agosto. Una abogada que representa a los abuelos dijo que no podía hacer más comentarios.
Antes de que Olivia fuera ingresada en el centro de cuidados paliativos donde murió, los médicos dijeron que sólo había estado recibiendo el 30% de la nutrición necesaria, según la acusación.
A lo largo de la campaña de Turner para llamar la atención sobre su hija moribunda, buscó donaciones para ayudar a cumplir los sueños de Olivia de atrapar a un malo con la policía y ser bombero. Un vídeo publicado por un gobierno municipal de los suburbios de Denver muestra a Olivia montada en un camión, apagando un incendio en un contenedor de basura y diciendo a los bomberos que se pongan en posición de firmes, todo ello con la sonrisa y la risa de la niña a pesar de que varios tubos médicos asoman por su mochila.
Si bien el comportamiento de Turner levantó sospechas a lo largo del camino, fue solo después de que Olivia muriera en cuidados paliativos en 2017 y Turner llevara a su hija mayor al mismo hospital con dolor de huesos que los médicos decidieron echar un vistazo más de cerca.
Los fiscales se negaron a decir si Turner todavía tenía la custodia de sus otros dos hijos. La hija mayor no ha reportado ningún problema médico adicional o quejas de dolor desde octubre de 2018.
Nieberg es miembro del cuerpo de la Iniciativa de Noticias de Associated Press/Report for America Statehouse. Report for America es un programa de servicio nacional sin fines de lucro que coloca a los periodistas en las salas de prensa locales para informar sobre temas poco cubiertos.
