Las pizzas contaminadas han provocado 75 casos de intoxicación grave. Ahora se teme que puedan aparecer casos en Bélgica.
Los niños afectados tenían entre 1 y 18 años. La intoxicación por E.coli es especialmente grave en los niños. La contaminación con la bacteria suele provocar fallos renales y otros daños internos graves.
Los investigadores franceses de la Dirección General de Sanidad declararon que el aumento de casos en Francia estaba directamente relacionado con el consumo de pizzas congeladas "Fraîch'Up" de la marca Buitoni. Actualmente se está llevando a cabo una gran retirada de las pizzas en Francia.
"A día de hoy, no entendemos cómo ha podido ocurrir esto", dijo el Director General Industrial de Nestlé, Jérôme Jaton, en una rueda de prensa el 30 de marzo, "pero desarrollaremos una investigación que presentaremos a las autoridades".
El fabricante francés ha detenido la producción de sus alimentos congelados en una de sus fábricas de Caudry, en el norte de Francia. Nestlé está explorando la causa de la contaminación, que puede provenir de la masa, o incluso de uno de los 9 tipos de coberturas diferentes.
Bélgica se mantiene vigilante
En Bélgica, un portavoz de la Agencia Federal para la Seguridad de la Cadena Alimentaria (AFSCA), en un comentario a la publicación belga RTL, dijo que no estaban particularmente preocupados de que las graves infecciones pudieran extenderse a Bélgica.
"En Bélgica no hay indicios de ningún caso relacionado con la contaminación declarada en Francia".
A pesar de no haberse registrado ningún ejemplo de intoxicación grave, la actuación del fabricante ha protegido a los consumidores belgas, según la AFSCA.
La retirada masiva de las pizzas lanzada el 21 de marzo ha evitado que los productos acaben en los congeladores belgas y las autoridades están vigilando activamente cualquier posible contaminación.
Si se sospecha que han consumido las pizzas, los belgas deben estar atentos a síntomas como diarrea, vómitos, sangre en la orina y dolor abdominal. Si se presentan, hay que buscar ayuda médica. La Dirección General de Sanidad francesa afirma que si no aparecen síntomas en los 15 días siguientes al consumo, no es necesario buscar ayuda.
