Jana Bradford, fiscal electa de una zona rural de Arkansas, utilizó presuntamente sus conocimientos jurídicos y sus conexiones locales para encubrir a su tío Barry Walker, que el año pasado se declaró culpable de violar y abusar sexualmente de 31 niños, algunos de ellos repetidamente.
Una demanda civil, presentada en octubre, alega que la Sra. Bradford y otros miembros de la familia de Walker "rodearon los vagones" para protegerle y, a sabiendas, no denunciaron sus abusos, en un intento de proteger su próspero negocio de construcción y los intereses políticos de la Sra. Bradford.
La familia, según la denuncia, "trabajó colectivamente para desarrollar una estrategia para proteger a Walker con respecto a las investigaciones porque sabían que una conclusión negativa podría dañar la reputación y los intereses políticos de la familia."
"Las personas que sabían lo de Barry son igualmente cómplices de lo que me pasó a mí y a todas esas otras chicas", dijo a NBC News una de las víctimas, que ahora tiene 22 años. "Todos los adultos que estaban cerca, honestamente. Nadie hizo una mierda. Nos fallaron".
El comportamiento de Walker era conocido públicamente desde hacía décadas, y la Sra. Bradford trabajó con asiduidad para limpiar el nombre del hombre de 59 años.
En marzo de 2000, Walker se declaró inocente de agredir sexualmente a una niña de un año, y salió un año después.
En 2004, otra víctima, una niña de 3 años, declaró que Walker había abusado de ella, lo que dio lugar a una investigación de la policía estatal. La Sra. Bradford solicitó al Estado que concediera clemencia a Walker.
Siguieron más denuncias en 2006, 2010 y 2014, la última de las cuales terminó con Walker en la cárcel.
Los familiares pagaron su fianza de 25.000 dólares, contrataron a un abogado, pagaron a sus empleados y mantuvieron en funcionamiento sus empresas. La Sra. Bradford escribió una carta al fiscal superior de la zona argumentando que la víctima inventó sus acusaciones, y el funcionario nunca acusó a Walker de un delito.
En 2019, la Sra. Bradford intentó que Walker fuera eliminado del registro de delincuentes sexuales, a pesar de que, según la demanda, no dejaba que su propia hija se quedara a solas con el hombre, que a menudo era visto conduciendo por la ciudad con niñas o montando a caballo con ellas.
La demanda también alega que los miembros de la familia retrasaron la denuncia de los abusos a dos niñas hasta después de un año electoral para proteger las ambiciones políticas de la Sra. Bradford.
"La Sra. Bradford niega en los términos más rotundos posibles que supiera que Barry Walker abusaba de menores o que hiciera cualquier cosa para ocultar su comportamiento depravado", dijo un abogado de la acusación a la NBC. "Dado que la Sra. Bradford ni siquiera sabía de los continuos actos criminales de Barry Walker, ciertamente no puede ser considerada responsable de sus acciones y del daño que causó".
Walker cumple 39 cadenas perpetuas, por un total de 1.710 años de prisión, sin posibilidad de libertad condicional.
El caso se considera una de las peores series de crímenes de este tipo en la historia del estado.
