Los niños llevaban yesos y aparatos ortopédicos que no necesitaban por las lesiones causadas por una enfermedad que no tienen, pero siguieron el juego de su madre durante años por miedo, dicen los investigadores de Minnesota.
Sus huesos no son frágiles, aunque eso es lo que decían a los médicos, las enfermeras y otras personas, porque los castigos por no fingir eran reales y dolorosos, dijo un trío de niños a la Oficina del Sheriff del Condado de Crow Wing.
En su casa de Crosslake, vivían casi siempre en sus habitaciones, aislados a menos que su madre les exigiera algo o decidiera, una vez más, hacerlos marchar fuera casi desnudos en el frío hasta que sus cuerpos ardieran y dolieran, dijo la policía. Les azotaban con cuerdas y cables, los empujaban y asfixiaban por una u otra razón, y vivían con miedo y mentiras, según dijeron a los investigadores en una entrevista realizada el 21 de noviembre.
McClatchy News no identifica al sospechoso, de 32 años, para proteger la identidad de los menores, a los que se refiere sólo como Niño 1, Niño 2 y Niño 3 en una declaración de causa probable de los investigadores.
A veces sus habitaciones no estaban lo suficientemente limpias, por lo que los cogía por el cuello y los estrujaba, dijo a la policía la niña 3, de 8 años. Sus pies pataleaban y no la detenían. Soltaba el cuello justo cuando estaban a punto de desmayarse y los dejaba boquiabiertos, con los ojos borrosos enfocando poco a poco.
Su hermano de 11 años, el Niño 1, recordó numerosas visitas a consultas médicas y hospitales.
Se le obligaba a toser o a vomitar como le pedía su madre, o fingía que se había roto un hueso, dijo a los investigadores. Su madre se llevaba material médico durante estas visitas para poder ponerle yesos falsos.
A menudo le sacaba sangre al Niño 2, de 9 años, normalmente los días en que tenía cita con el médico, dijeron los hermanos a la policía.
"Ella seguía haciéndolo y decía que no se lo dijera a nadie", dijo el niño a los investigadores. Le hacía sentir "enfermo-sueño".
"Nunca estuve seguro", dijo.
Se le obligaba a usar una silla de ruedas en casa siempre que su padre estaba cerca -aunque no la necesitaba- y no se le permitía comer alimentos sólidos, según la declaración de causa probable. En su lugar, los investigadores dicen que su madre lo alimentaba por vía intravenosa utilizando una línea PICC, que funciona de forma similar a una vía intravenosa.
El niño dijo que "su cuerpo se sentía triste y su cuerpo gruñía" por el hambre, se lee en los documentos. En ocasiones, intentaba meter comida de verdad en su habitación.
"Pero su (madre y su padre) registraron su habitación y después de encontrar lo que buscaban recibió muchos azotes", decía la declaración de causa probable.
No tenía cama y dormía en el suelo.
Además, la madre del niño le hacía decir malas palabras a su padre para que se enfadara, dijo su hermana a los investigadores. Su madre "siempre quería que el Niño 2 se metiera en problemas", dijo la niña, añadiendo que frecuentemente oía gritos procedentes de su habitación.
La policía se enteró de los abusos tras iniciar una investigación a principios de este año, después de una visita al hospital en marzo del Niño 2 en relación con el nivel de hemoglobina en su sangre.
Sus cifras de hemoglobina habían bajado, pero tras el control, los investigadores dicen que la única explicación era que "alguien estaba sacando sangre de su cuerpo", se lee en los documentos.
Su madre culpó al hospital, diciendo que estaban sacando demasiada sangre del niño. Pero el 21 de noviembre, los investigadores hablaron con sus hijos, quienes revelaron las tortuosas condiciones en las que han estado viviendo.
Los investigadores también se enteraron de que la mujer de 32 años había recibido un total de 35.000 dólares del estado de Minnesota y de varias organizaciones sin ánimo de lucro para ayudar a cuidar al niño 2, según los documentos.
Fue ingresada en la cárcel del condado de Crow el 23 de noviembre y se enfrenta a tres cargos de tortura de un niño y tres cargos de acoso, según los registros.
La ciudad de Crosslake está a 144 millas al noroeste del centro de Minneapolis.
